Reino Unido prohíbe la entrada a Renaud Camus, impulsor de la teoría del “gran reemplazo”

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El escritor francés Renaud Camus, conocido por popularizar la controvertida teoría del “gran reemplazo”, ha sido vetado de ingresar al Reino Unido, según informó la agencia AFP. El Ministerio del Interior británico rechazó su solicitud de autorización electrónica de viaje (ETA), argumentando que su presencia “no es conducente al bien público”.

 Esta decisión le impide participar en un evento político de extrema derecha programado para la próxima semana, así como asistir a una charla en la prestigiosa Oxford Union a finales de esta primavera.

La teoría del “gran reemplazo” y su impacto

La teoría del “gran reemplazo”, expuesta por Camus en su libro de 2011, sostiene que los europeos blancos están siendo reemplazados deliberadamente por inmigrantes no blancos, especialmente musulmanes, en un supuesto “cambio de pueblo” y civilización. Camus ha descrito este fenómeno como “el más dramático en la historia” de Europa, afirmando que en una generación “sobre el mismo territorio hay dos pueblos, si no más, que comparten más o menos armoniosamente; más bien menos que más”. Según el American Jewish Committee (AJC), esta teoría tiene raíces antisemitas y ha sido citada como motivación en varios ataques terroristas, como el tiroteo en Christchurch, Nueva Zelanda, en 2019, donde Brenton Tarrant asesinó a 51 personas en dos mezquitas, el ataque en la sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh en 2018, los tiroteos de El Paso y Christchurch en 2019, y el de Buffalo en 2022.

Reacciones a la prohibición

Camus expresó su descontento en la plataforma X, donde escribió: “Acabo de ser informado de que se me prohíbe la entrada en el Reino Unido, donde debía dar un discurso la semana que viene”. En otra declaración, afirmó: “Probablemente me prohibieron la entrada porque pensaron que era un adversario de lo que está pasando ahora en este país, y lo soy”. Su editorial en lengua inglesa, Vauban Books, confirmó la noticia y compartió un mensaje del Ministerio del Interior detallando la negativa de la ETA, sugiriendo que Camus podría solicitar un visado si desea viajar al Reino Unido. La editorial criticó duramente la decisión, calificándola como “una confirmación adicional de que ese país ha abandonado los principios más básicos de la democracia liberal” y lamentando que limite las oportunidades del escritor para participar en debates académicos.

Contexto y postura del gobierno británico

La prohibición se enmarca en un contexto de creciente preocupación por el auge de la extrema derecha en Europa y el impacto de teorías conspirativas que incitan al odio y la violencia. El Ministerio del Interior británico no ha emitido comentarios adicionales, pero la medida refleja un esfuerzo por frenar la difusión de ideologías extremistas. Según expertos, el veto a Camus podría sentar un precedente para futuros casos similares, especialmente en un momento en que las autoridades británicas buscan equilibrar la libertad de expresión con la seguridad nacional.

Debate sobre libertad de expresión

La decisión ha generado un intenso debate. Mientras algunos defienden el derecho de Camus a expresar sus ideas, por controvertidas que sean, otros argumentan que teorías como la del “gran reemplazo” tienen un historial de incitar actos violentos y deben ser restringidas. “No se trata de censura, sino de responsabilidad. Las ideas de Camus han inspirado ataques terroristas que han costado vidas”, señaló un portavoz del AJC. Por otro lado, defensores de la libertad de expresión, como la editorial Vauban Books, sostienen que el veto limita el diálogo y el debate académico, especialmente al impedir su participación en eventos como el de la Oxford Union.

La prohibición de Renaud Camus en el Reino Unido pone de relieve las tensiones entre la libertad de expresión y la necesidad de prevenir la propagación de ideologías que puedan fomentar el odio. A medida que Europa enfrenta el crecimiento de movimientos de extrema derecha, este caso podría marcar un punto de inflexión en cómo los gobiernos abordan el delicado equilibrio entre seguridad y derechos fundamentales.