Dos mujeres fueron arrestadas por bailar en público en Teherán

Diversidad

Lo hicieron disfrazadas de un inocente personaje folclórico evocado durante las fiestas del año nuevo persa pero, desafiando la prohibición que existe para las mujeres, se filmaron bailando en público y ahora están presas.

Dos mujeres iraníes fueron detenidas por orden de la fiscalía de Teherán, tras publicar un vídeo donde cantaban y bailaban en la plaza del mega bazar Tajrish, en el norte de la capital de Irán. Así lo anunció la agencia de noticias Tasnim News, afiliada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (Pasdaran). La agencia consignó que se inició un proceso judicial contra las dos ciudadanas que bailaban para celebrar la llegada del Noruz (el Año Nuevo persa, que este año comenzará el 20 de marzo).

Algunos de sus numerosos videos se hicieron virales en las redes sociales. Ahí aparecen las dos mujeres moviendo sus caderas, tanto en la plaza y como en el subterráneo de Teheran, disfrazadas de Hajji Firuz. El personaje es una mítica celebridad folclórica iraní, con el rostro cubierto de hollín, vestido de rojo brillante, que cada año recorre las calles de las ciudades iraníes, bailando, cantando y tocando una pandereta y un “darbouka” (un típico instrumento de percusión) para anunciar la llegada del Noruz o Nowruz. De inmediato, "el fiscal de Teherán ordenó el arresto de dos mujeres que rompieron las normas sociales al bailar en Tajrish", informó la agencia.

Contexto

De acuerdo con la ley iraní, los bailes mixtos y la presencia de mujeres no acompañadas en público, están prohibidos. En los últimos meses, se viralizaron numerosos vídeos similares tomados en lugares públicos, especialmente en el subterráneo, subidos a las redes tras el movimiento de protesta masiva que sacudió el país a finales de 2022. Las movilizaciones ocurrieron a causa de la muerte (mientras que estaba presa) de la kurda Mahsa Amini. Era una mujer de 22 años, detenida por la policía de la moral en Teherán acusada de llevar mal puesto su hiyab (el pañuelo que usan las mujeres en el mundo musulmán). La habían acusado de no respetar el estricto código de vestimenta vigente. A los tres días de su encarcelamiento, falleció, lo cual originó una serie de protestas reprimidas con gran violencia.

Esos hechos deberían ser tratado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU antes del próximo 18 de marzo. Pero, como se sabe, el organismo no se caracteriza por su celeridad.

Violencia documentada

En un informe elaborado por embajadores del organismo, se afirma que hubo "graves violaciones de derechos humanos" cometidos durante la represión de las manifestaciones por parte del régimen iraní. Y ellos "constituyen crímenes contra la humanidad", algunos de los cuales podrían "caer dentro de la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia" de las Naciones Unidas. Entre esos crímenes, el informe destaca la "violencia de género" contra las iraníes que lideraron las protestas, cuyo lema era "Mujeres, Vida, Libertad".

El documento, elaborado por una comisión investigadora de la ONU, afirma que esos crímenes no fueron "aleatorios". Formaban parte de "una serie de actos extensos, sostenidos y continuos que individualmente constituyen violaciones de los derechos humanos, dirigidos contra mujeres, niñas y personas que expresan su apoyo a la igualdad de género y a los derechos de las mujeres y las niñas". Esa violencia "generalizada" y el hecho de que se llevara a cabo con "el aliento y el respaldo de autoridades estatales de alto nivel y altos miembros de las instituciones estatales" llevaron a los autores del informe a concluir que los perpetradores actuaban siguiendo "instrucciones" del régimen.

Cárceles, manicomios y reformatorios

"Miles de mujeres, hombres y niños fueron detenidos en todo el país" sin que se proporcionaran datos públicos sobre su número, subraya el documento, citando una cifra proporcionada por ONGs: 60.000 detenidos. La edad promedio de los detenidos era de 15 años. La misión revela que "cientos" de niños, algunos de tan solo 10 años, fueron detenidos, encarcelados con adultos o enviados a instituciones de salud mental o reformatorios.

Tras el estallido de las protestas, en su mayoría "pacíficas", según afirma el documento, varios cientos de manifestantes o transeúntes perecieron en la represión. "En septiembre de 2023, una cifra creíble era de 551 personas asesinadas, entre ellas hasta 49 mujeres y 68 niños. Las mujeres y los hombres resultaron heridos en cantidades similares. Las muertes se registraron en al menos 26 de las 31 provincias, con el mayor número de víctimas en regiones con poblaciones minoritarias, en particular en la provincia de Sistán y Baluchistán, las regiones kurdas del país (Kurdistán y Kermanshah) y partes de Azerbaiyán occidental.