Varias ciudades argentinas, lideradas por la microrregión “Tierra de Palmares”, han solicitado formalmente a las autoridades de HIF Global la relocalización de la planta de hidrógeno verde planeada en Paysandú, Uruguay, frente a la ciudad entrerriana de Colón.
Las comunidades advierten que su construcción a orillas del río Uruguay representaría una amenaza grave para el medioambiente y la economía local, que depende en gran medida del turismo y la producción de alimentos.
Preocupación por el impacto transfronterizo
En un comunicado difundido por la prensa local, “Tierra de Palmares” expresó su rechazo al emplazamiento proyectado, argumentando que la decisión no tuvo en cuenta las características del entorno transfronterizo ni las necesidades de las poblaciones de Colón, San José, Pueblo Liebig y las zonas suburbanas cercanas. “Observamos que la decisión del emplazamiento proyectado ha sido tomada con criterios que no han considerado el estilo de vida, la organización social ni el proceso histórico que ha unido estrechamente a estas comunidades con la vecina ciudad de Paysandú”, señala la nota.
Las ciudades destacan que la región no solo vive del turismo, con sus atractivos naturales a lo largo del río Uruguay, sino también de la producción de alimentos para el mercado local y la exportación. “Se ha generado una profunda preocupación por las características de este proyecto, su tipo y volumen de producción, su irrupción en el paisaje y porque no ha considerado los intereses de sus vecinos”, añade el texto. Además, critican la ausencia de diálogo por parte de HIF Global y la falta de información clara, lo que ha generado desconfianza y una postura firme contra la instalación. “Lo que hoy es un procedimiento administrativo podría convertirse en un conflicto no deseado por ninguno de los dos pueblos que comparten la región”, advierten.
Estado actual del proyecto
El proyecto de hidrógeno verde, impulsado por HIF Global, una empresa de capitales chilenos, avanza en Uruguay tras la aprobación en febrero de 2025 por la Junta Departamental de Paysandú. Con 27 votos a favor de un total de 29, se aprobó el Programa de Actuación Integrada Complementario (PAIC), que recategoriza los suelos donde se instalaría la planta. Este paso, descrito por HIF Global como el resultado de “más de un año de trabajo conjunto” con la Intendencia de Paysandú, incorporó recomendaciones de organismos estatales y la comunidad, según un comunicado de la empresa.
Sin embargo, esta aprobación es solo una etapa preliminar. El siguiente paso crucial es la Evaluación de Impacto Ambiental, a cargo de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea), que determinará la viabilidad ambiental del proyecto. Mientras tanto, las ciudades argentinas exigen una reconsideración urgente, temiendo que los riesgos ambientales y económicos superen los beneficios prometidos.
Un conflicto en el horizonte
La oposición argentina refleja preocupaciones crecientes sobre los efectos de la planta en la biodiversidad del río Uruguay y la actividad turística, que podría verse afectada por la infraestructura industrial. La falta de transparencia y diálogo con las comunidades vecinas ha intensificado las tensiones, evocando recuerdos de conflictos pasados, como el caso de la planta de celulosa Botnia en 2006. Las autoridades locales y regionales urgen a HIF Global a abrir un canal de comunicación para evitar un enfrentamiento transfronterizo, mientras el proyecto sigue su curso pendiente de la evaluación ambiental definitiva.