Graphitic Energy desarrolló un innovador proceso que extrae hidrógeno del gas natural y lo convierte en grafito de alto valor. La técnica reduce un 90% las emisiones de CO2 frente a los métodos tradicionales. Por eso se dice que el fundador de Google, Larry Page, tendrá una sed insaciable de baterías para el futuro robótico.
El hidrógeno limpio tiene el potencial de impulsar varias actividades industriales. En Estados Unidos, el interés en su producción creció durante la presidencia de Joe Biden, administración que destinó miles de millones de dólares en subsidios para ayudar a las empresas a generarlo a partir de fuentes como el agua y la energía renovable.
El tema del hidrógeno limpio cobró un fuerte impulso durante la administración de Joe Biden. Pero ahora, algunos de esos proyectos están en riesgo, debido a que la nueva administración de Donald Trump está revirtiendo políticas sobre energía limpia y cambio climático.
El punto es que la startup Graphitic Energy canadiense asegura que tiene un método para generar hidrógeno que, no solo es rentable y limpio, sino que además produce simultáneamente el valioso grafito. Además, dicen que no necesita financiamiento federal. Con la creciente demanda de grafito en algunas de las industrias más destacadas y de vanguardia (como las baterías solares y de litio en automóviles eléctricos y la robótica) la firma actualizó su tecnología para satisfacer las demandas del futuro.
El grafito es una de las formas alotrópicas en las que se puede presentar el carbono en la naturaleza. Otras formas son el diamante, la chaoita y la laonsdaleita. A presión atmosférica y temperatura ambiente el polimorfo es más estable es el grafito. Sin embargo, la transformación del diamante en grafito es tan extremadamente lenta que solo es apreciable a a escala geológica. El término grafito deriva del griego γραφειν (graphein) que significa "escribir", ya que se usa principalmente para crear la punta de los lápices. Se conoce también con el nombre vulgar de plombagina. Antiguamente se llamó "molibundasna" (que no debe confundirse con el mineral molibdenita).
Graphitic, que recaudó 65 millones de dólares de inversores como Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates, Energy Capital Ventures y Trafigura. Extrae moléculas de hidrógeno y carbono del gas natural con un método que utiliza una cantidad relativamente baja de electricidad, según explicó su CEO y cofundador, Zach Jones, a Forbes.
En lugar de liberar carbono, que contribuye al calentamiento global (como ocurre con la producción tradicional de hidrógeno) o de inyectarlo en el subsuelo para evitar que llegue a la atmósfera, como hacen algunas grandes empresas energéticas, Graphitic lo convierte en grafito, que planea vender a clientes industriales. Actualmente, este mineral, que puede venderse por más de 2.500 dólares la tonelada métrica, se produce principalmente en China.
Para validar su técnica, la empresa está inaugurando esta semana una planta piloto en el Southwest Research Institute en San Antonio. Según la compañía, podrá producir 400 kilos de hidrógeno por día y 1.000 kilos de grafito sintético. La planta se construyó sin asistencia gubernamental.
En comparación con los métodos tradicionales de producción industrial de hidrógeno, Graphitic estima que su proceso reduce la contaminación por CO2 en un 90%. Si todo avanza según lo previsto, planea abrir su primera instalación a gran escala en 2027.
El hidrógeno es el elemento más abundante del universo. Tiene un gran potencial como fuente de energía libre de carbono para descarbonizar la producción de acero, productos químicos, amoníaco y otras industrias contaminantes. Sin embargo, la mayor parte del hidrógeno actual se produce dividiendo el gas natural a altas temperaturas con vapor, lo que libera grandes cantidades de dióxido de carbono.
Graphitic reduce la cantidad de electricidad necesaria al reutilizar parte del hidrógeno extraído para alimentar el proceso. Gracias a esta eficiencia, la empresa no se preocupa demasiado si la electricidad utilizada no proviene necesariamente de una fuente renovable.
"En los lugares donde creemos que hay mercados para el hidrógeno, es posible que no haya acceso a electricidad renovable. Por eso, realmente hay que encontrar la manera de alimentar todo el proceso con gas natural", dijo Jones.
El grafito que produce a partir del carbono no tiene la calidad suficiente para su uso en baterías de iones de litio, pero sí es demandado para productos como lubricantes industriales. El hidrógeno también tiene potencial como combustible para vehículos, especialmente para camiones de carga pesada, aunque actualmente la mayor parte de los 10 millones de toneladas métricas utilizadas anualmente en Estados Unidos se destinan al refinado de petróleo y a la producción de amoníaco.
La empresa está a la espera de una subvención de 53 millones de dólares del Departamento de Energía, como parte de la red federal Hydrogen Hub creada por la administración Biden. Sin embargo, su destino aún no está claro, señaló Jones. "No es un gran problema si se cancela", afirmó, ya que la capacidad de Graphitic para producir grafito valioso es lo que hace que su proceso sea competitivo en costos frente a la producción tradicional de hidrógeno "gris", que es más contaminante.
Basándose en lo que aprenda con la planta piloto, Graphitic, con sede en Goleta, California, recientemente cambió su nombre de C-Zero, y planea que su próxima planta comercial produzca 10.000 toneladas métricas de hidrógeno al año, con un costo de construcción estimado en 100 millones de dólares, adelantó Jones.