Multan a un salteño por hacer de su terreno una porqueriza

Sustentabilidad

En respuesta a tres denuncias realizadas por vecinos, la Municipalidad de Salta, llevó a cabo un operativo en una propiedad ubicada en el kilómetro 15 de la Ruta 28 donde el propietario resolvió hacer una porqueriza apócrifa en su terreno. El motivo de la intervención de la Patrulla Ambiental (dependiente de la comuna) fue la formación de un basural a cielo abierto que se extendía hasta los márgenes del río Vaqueros: uno de los lugares preferidos por los salteños para disfrutar los fines de semana, a solo 15 minutos de la ciudad.

Según lo relevado por los inspectores, el propietario del terreno permitía el ingreso de camiones que transportaban contenedores para rellenar el fondo de su predio. Sin embargo, lo que se encontró fue preocupante: una gran cantidad de basura, incluyendo neumáticos en desuso, restos de obra, plásticos, hierros, maderas y residuos electrónicos, incluso patogénicos y peligrosos. Obviamente que tampoco contaba con la impermeabilidad del suelo ni se consideraba la distancia adecuada respecto de las napas freáticas, los cursos de aguas superficiales, los centros urbanos u otras áreas susceptibles de recibir. El material acumulado generó un fuerte impacto ambiental, principalmente por su cercanía con el curso de agua del río Vaqueros. Cabe consignar que en el país hay unos 5.000 basurales a cielo abierto, es decir unos dos predios promedio por municipio.

La contaminación del suelo y del agua, sumado al riesgo para la salud pública, encendió las alarmas de los organismos de control. El río atraviesa el sector septentrional y actúa como un límite natural entre la ciudad de Salta y el municipio Vaqueros. Confluye con el río La Caldera en el tramo llamado Mojotoro, el cual forma parte de la cuenca superior del Bermejo. Es caudaloso durante la estación húmeda, de diciembre a marzo, y pierde casi todo su caudal al llegar la estación seca. Sus aguas son generalmente cristalinas, a excepción de los días posteriores a las lluvias o cuando le arrojan los desperdicios del vecino municipal.

Cabe señalar que el propietario ya había sido notificado anteriormente sobre la irregularidad. Ante su incumplimiento, se procedió a aplicar una multa conforme a lo estipulado en las Ordenanzas Nº 5941 y Nº 15415, por la generación de un basural a cielo abierto y por causar contaminación hídrica. La Municipalidad recordó que este tipo de prácticas usuales en la zona están estrictamente prohibidas, y que la participación ciudadana a través de denuncias es clave para preservar el ambiente y la salud de todos.