La contaminación fecal (y de todo tipo) navega hacia Buenos Aires

Sustentabilidad

Un gran lamparón marrón en el río Paraná, a la altura de la ciudad bonaerense de San Pedro (a 164 kilómetros de CABA y a 140 km de Rosario), generó preocupación entre los residentes. La mancha, que contrastaba notablemente con el color habitual del río, no se atribuye exclusivamente a vertidos cloacales. Pero, diversas fuentes confirmaron que una buena parte de su composición proviene de efluentes cloacales. Ese hecho pone en evidencia un grave problema ambiental en la región.

La renovada contaminación fue confirmada por el resultado de un análisis del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal. La contaminación es groseramente visible a simple vista desde la costa de la ciudad por un contraste nítido que se diferencia del marrón típico del curso de agua del canal principal. La inusual mancha había captado la atención de vecinos y visitantes, quienes compartieron sus fotografías en redes sociales y plantearon su preocupación por la salud del ecosistema y los posibles riesgos para la comunidad. A partir de entonces los políticos provinciales, gobernados por el radical Maximiliano Pullaro, “vieron el problema”. Especialistas y autoridades salieron a plantear sus advertencias y explicaciones, mientras destapaban una historia de larga data: el deficiente tratamiento de los residuos cloacales en la región.

El tema no es nuevo. Existe una causa iniciada en 2022 vinculada al vertido de efluentes contaminados con sustancias peligrosas en el río Baradero y el vuelco pluvi cloacal ubicado en las inmediaciones del puerto de San Pedro.

Contaminación escandalosa

Los estudios de la Policía revelaron niveles escandalosos de coliformes fecales (baterías con forma de bastón generalmente originada en intestinos de animales de sangre caliente) y presencia de “escherichia coli” (bacteria que causa diarreas, infecciones urinarias, neumonía y en algunos casos, sepsis), una situación similar a la que se observa en Rosario. La principal causa de esta contaminación se remonta a la inactividad de la planta de tratamiento de efluentes cloacales de San Pedro, que lleva al menos 30 años sin funcionar. Eso significa que los líquidos cloacales son volcados directamente al río Paraná a través de un bypass, incluso en zonas recreativas cercanas al puerto.

La inacción de los políticos santafesinos (con mayoría de la UCR) tuvo repercusiones legales tanto en Santa Fé como en Buenos Aires. El abogado Fabián Maggi, representante de la Asociación Civil Foro Medio Ambiental (Fomea), señaló que San Pedro contamina el río Paraná lo cual fue probado en una causa judicial. Como resultado, el intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, junto con varios funcionarios municipales, fueron citados a declaración indagatoria por el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo. Ese caso pone de manifiesto una falencia regional tanto de San Pedro como Rosario que carecen de plantas depuradoras operativas, y la de San Nicolás que funciona deficientemente, lo que agrava la problemática de la contaminación del río.

La situación de San Pedro es un espejo de lo que ocurre en Rosario donde, las recurrentes manchas negras en el río Paraná tras las lluvias, reavivan la discusión sobre la planta de tratamiento de efluentes cloacales que Aguas Santafesinas (Assa) tiene pendiente de construcción. Se trata de una empresa es el Estado provincial, con el 51% del capital social. Luego le siguen los municipios que forman parte de la concesión - con el 39% - y el 10% restante le corresponden a empleados de la sociedad a través del Programa de Propiedad Participada.

Animo: los políticos ya se enteraron

Recientemente una jueza federal ordenó, tanto al gobierno provincial como al nacional, informar sobre el estado del proyecto y poner en marcha la iniciativa. Aunque en la causa penal hubo un sobreseimiento de directivos, se presentó un recurso de Casación, lo que demuestra la persistencia en la búsqueda de soluciones a esta crítica problemática ambiental.

Por ahora, hay una renovada promesa. Assa salió a promocionar que desde el próximo lunes (primer día hábil de junio) instrumentará un operativo de limpieza de cañerías de agua potable en Rosario, comenzando en un sector de la zona sur comprendido por las calles Dean Funes, las vías del ferrocarril Oeste, el límite sur del municipio y el río Paraná. La empresa declaró que durante siete semanas se realizarán tareas de mantenimiento programado en distintos barrios. Los trabajos consistirán en la limpieza interna de las cañerías mediante un sistema de purgado sectorizado, que se lleva a cabo instalando un dispositivo sobre las bocas de hidrantes. Durante el procedimiento, “será normal” observar agua saliendo de estas válvulas, aunque esto solo ocurrirá dentro del horario de trabajo estipulado. El operativo no afectaría el servicio, aunque podría generar turbiedad temporal en el agua.