El Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés), bajo la dirección del secretario Chris Wright, anunció la cancelación de $3,700 millones en fondos destinados a 24 proyectos de energía limpia y descarbonización gestionados por la Oficina de Demostraciones de Energía Limpia (OCED).
Estos proyectos, financiados durante la administración del expresidente Joe Biden, incluían iniciativas en hidrógeno verde, captura y secuestro de carbono, energía nuclear, almacenamiento de energía de larga duración, descarbonización industrial, energías renovables e innovaciones en la red eléctrica.
El DOE justificó la medida argumentando que los proyectos “no lograron satisfacer las necesidades energéticas del pueblo norteamericano, no eran económicamente viables y no generarían un retorno de la inversión positivo de los dólares de los contribuyentes”. Con este recorte, la dependencia espera generar ahorros por aproximadamente $3,600 millones. Sin embargo, la decisión ha generado críticas por sus impactos económicos y ambientales.
Impacto en empleos y economía
Según estimaciones del Grupo de Trabajo de Aire Limpio de EE.UU., la cancelación de estos fondos provocará la pérdida de al menos 25,000 empleos relacionados con los proyectos, además de una disminución en la producción económica de $4,600 millones. Entre los proyectos afectados se encuentra una planta de reciclaje de plástico molecular en Longview, Texas, propuesta por Eastman Chemical Company, que había recibido $375 millones. La instalación, que prometía generar 200 empleos, iba a complementar otra planta similar construida por la compañía en Kingsport en 2024.
Otros fondos verdes cancelados
Además de los $3,700 millones retirados a la OCED, la administración del presidente Donald Trump ha implementado otras medidas que afectan el financiamiento de iniciativas verdes:
-Suspensión de $300,000 millones en fondos federales para infraestructura verde: Una orden ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero de 2025 detuvo los desembolsos federales para proyectos de infraestructura, incluyendo un préstamo condicional de $9,000 millones a DTE Energy en Michigan y otro de $3,500 millones a PacifiCorp en Oregón, ambos destinados a proyectos energéticos verdes. Esta medida pone en riesgo el desarrollo de proyectos eólicos marinos, con casi 25 GW de capacidad (65% de los proyectos en desarrollo) con pocas probabilidades de avanzar.
-Cancelación de $14,000 millones en proyectos de energía limpia: Según un análisis de E2 y Atlas Public Policy, más de $14,000 millones en inversiones en energía limpia, incluyendo baterías, vehículos eléctricos y energía solar y eólica, han sido cancelados o retrasados en 2025. Entre los proyectos destacados están la fábrica de baterías de Kore Power en Arizona, el cierre de dos sitios de fabricación de vehículos eléctricos de BorgWarner en Michigan y la suspensión de una inversión de $200 millones de Bosch en una fábrica de celdas de combustible de hidrógeno en Carolina del Sur. Estas cancelaciones han eliminado 10,000 empleos en el sector.
-Revisión y congelamiento de $15,000 millones en subvenciones energéticas: El DOE anunció el 15 de mayo de 2025 una auditoría de más de $15,000 millones en subvenciones otorgadas por la administración Biden para redes eléctricas y tecnologías energéticas, exigiendo a los beneficiarios cumplir con solicitudes de información bajo amenaza de cancelación. También se propuso cerrar la oficina de energía limpia, que manejaba $27,000 millones en fondos para proyectos de hidrógeno, captura de carbono y almacenamiento de baterías.
Reacciones y perspectivas
La decisión ha generado preocupación en la industria de energías renovables, que teme una fuga de capitales y empleos hacia otros países que continúan invirtiendo en tecnologías verdes. Por ejemplo, el Parlamento Europeo ha reafirmado su compromiso con el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono, mientras que la Organización Marítima Internacional avanza hacia un impuesto global a las emisiones de carbono en el transporte marítimo.
Por su parte, Bob Keefe, director ejecutivo de E2, criticó la medida: “El plan de la administración Trump para acabar con la energía limpia está provocando que las empresas cancelen planes, retrasen proyectos y lleven su dinero y empleos a otros países”. A pesar de los recortes, en abril de 2025 se registraron $500 millones en nuevos proyectos de energía limpia, como la expansión de Hitachi en Virginia y la inversión de Corning en fabricación solar en Michigan, lo que sugiere que el sector aún mantiene cierta resiliencia.
La administración Trump enfrenta ahora el desafío de equilibrar su enfoque en combustibles fósiles con la creciente demanda global de soluciones sostenibles, mientras el Senado revisa un proyecto de ley fiscal que podría eliminar más créditos para energía limpia, con una fecha límite informal del 4 de julio.