Una escena desoladora sacude a los santafesinos: el lago del Parque del Sur, uno de los pulmones verdes más emblemáticos de la ciudad, se ha convertido en un escenario de muerte. Desde hace una semana, cientos de sábalos y palometas aparecen flotando sin vida en las orillas, especialmente en la zona cercana a los piletones y avenida Illia, donde el agua estancada emana un olor putrefacto que espanta a visitantes y amenaza la salud pública. La situación, que combina posible contaminación, falta de oxigenación y acumulación de basura, ha desatado la furia de vecinos, organizaciones ambientales y habitués del parque, quienes exigen soluciones urgentes a la Municipalidad.
El impacto económico y social de esta crisis no es menor. El Parque del Sur, que recibe a diario a miles de residentes y turistas, genera ingresos indirectos estimados en sumas significativas para comercios locales, desde quioscos hasta servicios turísticos. Sin embargo, el mal olor y la imagen de peces muertos están alejando a los visitantes, afectando la experiencia recreativa y poniendo en riesgo la economía de la zona. "Es insoportable caminar por acá. Veníamos con los chicos a disfrutar y nos encontramos con este desastre", lamenta Ana López, vecina del barrio, mientras señala la orilla cubierta de peces sin vida.
Una catástrofe ambiental en números Según estimaciones preliminares, más de 2.000 peces han muerto en los últimos siete días, con un impacto directo en la biodiversidad del lago, que alberga al menos una variedad de especies acuáticas, incluyendo sábalos, palometas y bagres. La mortandad, concentrada en un área de 1,5 hectáreas del espejo de agua, coincide con una profundidad históricamente baja del lago, que no supera los 50 centímetros en algunos sectores debido a la sequía que azota la región. La falta de lluvias, combinada con temperaturas que superaron los 35°C en los últimos días, habría reducido los niveles de oxígeno en el agua a niveles críticos, según expertos municipales.
Gabriela Salzman, de la Asociación contra la Crueldad y el Maltrato Animal (@ACMA_SantaFe), no oculta su indignación: "Esto es un reflejo de la negligencia en el cuidado del lago. La falta de oxígeno es solo una parte del problema; la basura acumulada y posibles desechos tóxicos están matando la fauna". Salzman advierte que la situación pone en riesgo a las mascotas, con al menos tres casos reportados de perros intoxicados tras ingerir peces muertos. La activista estima que el costo de recuperar el ecosistema del lago podría superar una cifra significativa, considerando análisis de agua, limpieza y reparación de bombas de oxigenación.
Acción municipal: ¿suficiente y a tiempo? La Municipalidad de Santa Fe, bajo presión de la opinión pública, ha respondido con un operativo liderado por el secretario de Gestión Urbana y Ambiente, Guillermo Ferrero, y el licenciado en biodiversidad Andrés Sarquis. Ferrero confirmó una inversión reciente de 120 millones de pesos en tres bombas de oxigenación, cuya instalación comenzó esta semana y se espera esté operativa en diciembre tras una obra de perforación de 30 a 40 días. "El lago está en uno de sus puntos más bajos históricos. La falta de oxígeno es la principal hipótesis, pero ya enviamos muestras de agua y peces al Ministerio de Ambiente para descartar contaminación química", explicó el funcionario.
Sin embargo, la respuesta municipal no calma los ánimos. Vecinos y ONGs critican la lentitud en las acciones preventivas y exigen medidas inmediatas: carteles informativos, limpieza intensiva de la zona y monitoreo constante del agua. "El municipio sabía desde 2023 que el lago tenía problemas de oxigenación tras retirar tres hectáreas de vegetación invasiva. ¿Por qué no actuaron antes?", cuestiona Salzman. Los costos de mantenimiento del Parque del Sur, que superan una cantidad considerable anual, según datos extraoficiales, no parecen haber evitado esta crisis.
Un riesgo para la salud y el turismo El impacto trasciende lo ambiental. La policía ecológica ya investiga posibles vertidos ilegales en el lago, mientras el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático analiza las muestras para determinar si hay presencia de sustancias tóxicas. La acumulación de basura, que incluye plásticos, restos orgánicos y desechos industriales, agrava el problema, con un estimado de 10 toneladas de residuos retirados del parque en el último año. La calidad del aire en la zona también se ha deteriorado, con un aumento del 20% en reportes de olores nauseabundos, según testimonios de trabajadores municipales.
Para los escolares que visitan el parque, la escena es traumática. "Mis alumnos se fueron llorando al ver los peces muertos. Este lugar debería ser un orgullo, no una vergüenza", relata María González, maestra de una escuela local. El turismo, que aporta aproximadamente 1.200 millones de pesos anuales a la economía santafesina, podría sufrir un duro golpe si la situación no se revierte.
Un llamado a la acción La crisis del Parque del Sur no es solo un problema local: es un grito de alerta sobre la fragilidad de nuestros ecosistemas frente al cambio climático y la inacción. Vecinos y ONGs exigen un plan integral de recuperación que incluya una inversión proyectada de 300 millones de pesos para 2026, destinada a mejorar la infraestructura del lago, aumentar la oxigenación y garantizar controles ambientales estrictos. Mientras tanto, el municipio promete resultados, pero el reloj corre: cada día sin soluciones es un día más de daño irreparable.
Santa Fe merece un Parque del Sur vivo, limpio y vibrante. ¿Podrán las autoridades estar a la altura del desafío antes de que el lago se convierta en un recuerdo? La respuesta está en el agua... y en sus manos.
@MunicipalidadSF @MinAmbienteSF @ACMA_SantaFe #ParqueDelSur #CrisisAmbiental #SantaFe #PecesMuertos #Contaminación #SalvemosElLago