Dos empresarios argentinos enfrentan penas de prisión de 3 a 10 años por contaminar

Sustentabilidad

Es por una causa en Santiago del Estero, donde se los acusa de arrojar desaprensivamente líquidos nauseabundos suficientes para llenar 24 piletas olímpicas
Comenzó el juicio oral contra el empresario José Alberto Rocchia Ferro, presidente de la Azucarera Los Balcanes, acusado de contaminar con más de 80 millones de litros de vinaza arrojados a un canal que pasa por Santiago del Estero. El empresario acusado de contaminar el “Canal del Este” que recorre la provincia a través del Ingenio La Florida, en agosto de 2011.

Junto con el gerente general de la firma, José Ramón Coronel, enfrentan penas de prisión de tres a diez años (según el artículo 55 de la Ley 24.051). La azucarera gestiona los ingenios Cruz Alta, Aguilares, La Florida, una fábrica de bioetanol homónima, y una empresa de transporte (Covemat).

El problema de los contaminantes del ambiente es que toda la industria azucarera. Producen dos tipos de líquidos. Uno, a partir de la destilación del mosto durante la fermentación del etanol, llamado “vinaza”. En muchos casos ese desecho, junto con la “cachaza” (un residuo de la clarificación de los jugos de caña) se usa como abono por contener potasio. Pero también se los arroja a los ríos y canales de riego. Cuando la vinaza y la cachaza se descomponen, provocan gases mediante una “inversión térmica”. Los olores quedan “encajonados” en las zonas adonde se arrojan esos residuos tóxicos. De ahí lo nauseabundo de una industria poco regulada, con la excusa de que genera empleos. Se estima que, por cada litro de alcohol, se generan 13 litros de vinaza. Y por cada tonelada de caña procesada, se obtienen 30 a 50 kg de cachaza. En este caso, 80 millones de litros de vinaza sin tratar equivalen a líquidos suficientes para llenar 24 piletas olímpicas: un dislate.

Según los fiscales del Tribunal Oral en lo Criminal Federal provincial, Indiana Garzón y Pablo Álvarez, “ese curso de agua contaminado con desecho industrial ingresó a la provincia de Santiago del Estero por la localidad del Palomar produciendo la contaminación de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera y el ambiente en general”, sostuvo. Además, incluyó un nuevo derrame de vinaza en enero de 2013, que llegó a afectar un canal pluvial denominado Interprovincial del Este que atraviesa la localidad del Arenal, en el Departamento de Jiménez, también en la provincia de Santiago del Estero, lo que afectó “el curso de agua” y provocó “daño ambiental severo que generó un grave riesgo para la salud”. Previamente en instancias administrativas se les aplicaron multas y se le hicieron llegar prohibiciones, pese a lo cual siguieron con su labor desaprensiva con el medio ambiente.

Según los fiscales los derrames, que se juzgarán durante el debate, no constituyeron eventos aislados, accidentales o inocuos, sino que fueron “intencionales y reiterados” y que se constató que tenían valores de DBO (Demanda Biológica de Oxígeno) y DQO (Demanda Química de Oxígeno) superiores a los permitidos por la regulación administrativa ambiental. Los acusadores dijeron que los empresarios “omitieron controlar, disminuir o administrar el riesgo que generaba su actividad mediante la acumulación de vinaza, que luego volcaron intencionalmente en canales de riego de Tucumán y Santiago del Estero, pese a la existencia prohibiciones administrativas y de una expresa orden judicial”.