Malasia anunció que sembrará nubes para parar su contaminación igual que hicieron los rusos en Chernóbil

Sustentabilidad

Los políticos quieren dar respuestas rápidas (en lo posible por decreto) pero el método difícilmente puede cambiar inmediatamente la polución
Otro país con problemas de sequías anunció que va a sembrar nubes. Se trata del gobierno del flamante primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, quien puso en marcha una serie de medidas, entre ellas sembrar nubes y el cierre de colegios, con el objetivo de combatir la contaminación del aire derivada de centenares de fuegos registrados en su vecino país, Indonesia.

El Ministerio de Recursos Naturales, Medioambiente y Cambio Climático malayo emitió un comunicado detallando las posibles actuaciones, tras detectar unos 250 fuegos en las islas indonesias de Borneo y Sumatra.

Los niveles de contaminación del aire alcanzaban en la tarde del lunes un “nivel insalubre” en 11 áreas, algunas de las cuales incluyen zonas de Kuala Lumpur. En el distrito de Cheras, en el sureste de Kuala Lumpur, el índice de contaminación del aire alcanzó la víspera los 160 puntos.

“Actualmente, la calidad del aire en el país sigue deteriorándose con un aumento en las áreas que registraron lecturas de calidad del aire poco saludable, en especial en la costa oeste de la parte peninsular de Malasia”, remarca el escrito.

Conforme al plan, las autoridades indican la posibilidad de sembrar nubes de manera artificial, con el propósito de provocar precipitaciones en las áreas donde el citado índice supere los 150 puntos durante más de 24 horas. Lo cierto es que, como siempre, el diablo está en los detalles.

La siembra de nubes es una técnica que se remonta a la década de 1960. Consiste en la inyección de yoduro de plata quemado por aire y por tierra. El compuesto químico se junta con moléculas de agua fría, lo que aumenta las probabilidades de que llueva. De esta manera, se aprovecha la lluvia que cae y se incrementa el agua que llega a los embalses un 25%. Es decir, si iban a llover 40 milímetros, con este sistema esa cifra se incrementaría a entre 50 y 60. En la inyección que se hace por aire, se asegura un 100% de la introducción de yoduro de plata quemado en las nubes. Utilizan varias bengalas de ese compuesto, que se queman y liberan micro partículas en las nubes mientras vuelan a través de ellas.

La inyección de yoduro por aire tiene un costo más alto y abarca una superficie más restringida. En cambio, si se hace por tierra, la inyección es más barata. El método en este caso consiste en quemar la sustancia química en la tierra y aprovechar el humo que surge de la combustión, que se eleva y alcanza la nube que tiene como objetivo.

Esas nubes que el yoduro de sodio debe alcanzar son esas que están cargadas de agua, pero que generan lluvias escasas (o directamente nulas) porque no se generan las condiciones atmosféricas. El yoduro de plata podría acelerar ese proceso. Las imágenes satelitales permiten saber con precisión cuándo hay una tormenta que pueda generar lluvias. En ese momento, se lanzan unos dos gramos de yoduro de sodio hasta la base de la nube.

Pero, más allá de los beneficios, la siembra de yoduro de plata puede causar incapacidades temporales o posibles daños residuales a humanos y mamíferos. Por eso el método es históricamente rechazado por los ecologistas de muchos países. China tiene el mayor sistema de siembra de nubles del mundo. Le sique Estados Unidos que lo usa para reducir el tamaño del granizo, y Canadá con varios programas. Pilotos militares rusos sembraron nubes en Bielorrusia, después del Accidente de Chernóbil para eliminar las partículas radioactivas. En Latinoamérica el método se usa en Chile, Venezuela, y México. Incluso se lo utilizó alguna vez en Argentina, en Mendoza, para evitar la caída de granizo.

El ministerio malasio también apunta que suspenderá las actividades al aire libre en los colegios y guarderías, si el índice supera los 100 puntos y cerrarán “inmediatamente” las puertas en el caso de que alcancen los 200.

La semana pasada, Malasia acusó a Indonesia de causar un problema de contaminación del aire a raíz de los incendios ubicados en territorio indonesio. Yakarta lo niega. Durante la estación seca en Indonesia, entre abril y octubre, las plantaciones de aceite de palma y otros cultivos efectúan quemas agrícolas igual que se hace en la Pampa Húmeda para eliminar los rastrojos y crean nubes de contaminación que, en ocasiones, como en 2014 y 2015, traspasan las fronteras y afectan a los países vecinos, como Malasia y Singapur.