Luego de las ráfagas y lluvias del fin de semana se habla de un “Súper Niño”

Sustentabilidad

El calentamiento global amplifica los alcances del fenómeno de El Niño: un fenómeno formado por última vez en 2016 que se intensifica por el calentamiento global
Durante el fin de semana gran parte del país fue asolado por torrenciales lluvias y ráfagas de vientos superiores a los 140 kilómetros por hora, con caídas de granizo de gran porte en diferentes regiones. El temporal afectó a CABA, casi toda la provincia de Buenos Aires, y en diez provincias del país.

En prólogo, antes de las tormentas, volvieron los humos, los olores a quemado, las picazones en las gargantas y la baja visibilidad debido a quemas de pastizales e incendios en diferentes campos del país. Dos caras de una misma moneda: el cambio climático provocado por la desaprensión humana que profundiza la virulencia de El Niño (el ENOS llamado por los técnicos) que llegó con feroces temporales y descensos bruscos de temperaturas.

Habrá que acostumbrarse, y tomar las previsiones del caso. El calentamiento global no cede, por lo que El Niño seguirá siendo un patrón climático natural en el océano Pacífico ecuatorial, que trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio con una gran influencia en el clima en todo el mundo. El fenómeno ocurre cada dos a siete años con intensidad variable. Según los expertos de la Organización Meteorológica Mundial el fenómeno denominado La Niña, la contracara de El Niño, finalizó en marzo.

El cambio climático empeora el impacto del fenómeno, según lo demuestran estudios recientes. Y, aunque es poco probable que el número total de ocurrencias de El Niño aumente, a medida que el planeta se calienta, el llamado el "Súper El Niño" amplificado tiene el doble de probabilidades. ¿Será este año? No hay certezas, pero la Organización Meteorológica Mundial (OMM) prevé que los efectos de El Niño intensificarán a partir del año entrante, lo que contribuirá a que se registren años aún más calurosos que en el pasado. Esa alerta climática insta a tomar medidas preventivas y de adaptación para mitigar los riesgos asociados. “Dependiendo de su fuerza, El Niño puede causar una serie de impactos, como aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en ciertos lugares del mundo” declaró Michelle L´Heureux, científica climática del Centro de Predicción del Clima.

Distintos investigadores coinciden en que cada grado centígrado que se calienta la atmósfera aumenta en un 7% la cantidad de vapor de agua que puede contener. La temperatura global durante el período enero-septiembre fue 0,05°C más alta que el período equivalente del año calendario más cálido (2016) y 1,40°C más alta que el promedio preindustrial (1850-1900). Uno de los subproductos más probables del calentamiento global son las precipitaciones más extremas, ya que las temperaturas más cálidas pueden retener más vapor de agua en la atmósfera. Eso podría hacer que las inundaciones inducidas por El Niño sean aún más devastadoras.

Tras la sequía de casi cuatro años causada por La Niña, la llegada de El Niño provocó en Argentina que ríos y arroyos quedaran desbordados por acción de lluvias récord en cuestión de horas. Vendavales que arrasaron con todo a su paso. Años de esfuerzo hechos trizas en minutos. Viviendas y plantíos que sufrieron el impacto de piedras de hielo de enorme magnitud. Paseos turísticos como las Cataratas del Iguazú y el Macona, que debieron cerrar o suspender algunos de sus senderos por la crecida de las aguas. Y el fuerte viento con lluvia y granizo que azotó a Bahía Blanca el fin de semana que dejó un saldo de al menos 13 muertos.

“La aparición de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de romper récords de temperatura, y desencadenar un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano”, dijo el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas. La semana pasada ya se registró la temperatura global más alta jamás registrada, según los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de EE.UU. Según el Servicio Meteorológico Nacional local, en Argentina se registran 21 fenómenos del Niño durante las primaveras desde 1960. De acuerdo a sus datos estadísticos, 7 de las 10 primaveras más lluviosas ocurrieron durante presencia de El Niño. Durante la presencia del fenómeno suelen producirse más lluvias en la provincia de Buenos Aires, sur del Litoral y el noroeste de Patagonia, y lluvias inferiores a lo normal en el oeste de la Pampa Húmeda.