Innovación contra la contaminación marina: un plástico biodegradable hecho de conchas marinas

Sustentabilidad

La contaminación marina, uno de los mayores desafíos ambientales del siglo XXI, podría enfrentar un giro esperanzador gracias a un plástico biodegradable desarrollado por ingenieros biomédicos de la Universidad del Sur de California (USC), liderados por la profesora Eun Ji Chung.

Este material, basado en el carbonato de calcio de las conchas marinas, se degrada naturalmente en agua salada, ofreciendo una alternativa prometedora para reducir la creciente crisis de los desechos plásticos en los océanos.

La magnitud del problema

Según la UNESCO, el 80% de la contaminación oceánica proviene del plástico, un material cuya durabilidad lo convierte en una amenaza persistente. Se desintegra en microplásticos que afectan a la fauna marina y se filtran a la cadena alimentaria humana. La producción de plásticos de un solo uso, como barbijos y guantes, se disparó durante la pandemia de COVID-19, agravando el problema a pesar de los esfuerzos globales por limitarlos. Actualmente, se estima que entre 75 y 199 millones de toneladas de basura plástica contaminan los océanos, con el océano Pacífico como el más afectado, destacándose la gran mancha de basura del Pacífico, que cubre 1.6 millones de kilómetros cuadrados —tres veces el tamaño de Francia—. Esta contaminación causa la muerte de miles de especies marinas que ingieren o quedan atrapadas en desechos, desequilibrando los ecosistemas.

Un material revolucionario

El equipo de Chung, profesora titular en la USC Viterbi School of Engineering, creó el POC-CC, un plástico biodegradable que combina carbonato de calcio —abundante en conchas marinas— con el polímero POC (polímero de octanodiol-citrato), aprobado por la FDA. Este material conserva la resistencia y flexibilidad del plástico tradicional, pero se descompone rápidamente en agua marina sin liberar microplásticos ni alterar el pH. Inspirada por el aumento de desechos plásticos durante la pandemia, Chung diseñó prototipos como anillos de latas, responsables de muertes de fauna marina, demostrando su potencial.

Pruebas exitosas

Durante seis meses, las pruebas en agua marina simulada mostraron que el POC-CC se degrada significativamente con mayor contenido de POC, manteniendo la seguridad para los organismos marinos. Incubando algas verdes Scenedesmus sp. con el material, el equipo confirmó su biocompatibilidad y alta viabilidad celular. Esto abre la puerta a productos como sorbetes biodegradables, más resistentes que los de bambú o papel y más seguros que los metálicos, además de envases y envoltorios sostenibles.

Desafíos y próximos pasos

Aunque prometedor, el equipo busca acelerar la degradación sin sacrificar resistencia, explorando nuevas aplicaciones industriales. La investigación, respaldada por USC Sea Grant, una alianza que financia soluciones para zonas costeras, apunta a transformar la gestión de recursos naturales.

Una esperanza para los océanos

El POC-CC representa un avance clave para reducir los 75-199 millones de toneladas de basura plástica que asolan los océanos, con especial impacto en el Pacífico. Como afirmó Chung, “aún queda mucho por hacer, pero estos resultados ofrecen una nueva esperanza para preservar los ecosistemas marinos y proteger la vida oceánica”, marcando un paso hacia un futuro más sostenible.