Hubo más agua para generar energía, pero igualmente el sector eléctrico venteó 2,38 millones de toneladas de CO2 en sólo un mes
La Compañía Administradora de electricidad en Argentina (CAMMESA) dio a conocer su habitual informe sobre la generación eléctrica en el país durante pasado mes de agosto. El documento, que informa sobre una ligera caída del total de demanda de electricidad en el país (-0,2%) contiene novedades que vale la pena conocer, algunas buenas, otras malas, y otras directamente feas. En agosto, entonces, las novedades más relevantes fueron:
Lo bueno: hubo lluvias, por lo que aumentó el caudal de los ríos del Comahue (en especial los ríos Neuquén y Negro), Uruguay y Paraná. Eso determinó que la electricidad generada en Argentina fuera más verde que el año anterior, por lo que en el mes se arrojaron a la atmosfera “solo” 2,38 millones de toneladas de dióxido de carbono (el promedio anual del venteo de CO2 durante los últimos 12 meses fue de 3,26 millones). El 38% fue aportado por fuentes renovables, cifra que incluye la generación hidroeléctrica, que se ubicó en 4.142 GWh, 56% más que en agosto de 2022. En agosto además cayó el uso de los combustibles más contaminantes para generar electricidad. En particular, del fuel oil (86,9%), del gas oil (83,2%), y del carbón mineral (21,3%) con respecto al año anterior.
Lo malo: los datos de generación de electricidad confirman el segundo mes de estancamiento (o recesión, según el cristal con que se la mire). La demanda se retrajo un 11,7% con respecto a julio (a 5,2 millones Mwh) aunque durante los primeros ocho meses se mantuvo por encima en el promedio mensual del año pasado (5,4% mayor).
Lo feo: los argentinos de a pie se vieron forzados a ajustarse todavía más los cinturones en el uso de electricidad en los hogares. Pese a la menor generación eléctrica, el consumo de usuarios residenciales alcanzó al 47% de la oferta, 3 puntos menos que el mes anterior. El otro “dato feo” fue el hecho de que, pese a que hubo un mayor caudal de ríos acompañado por una caída de la demanda eléctrica, igualmente el país se vió forzado a importar electricidad, especialmente de Brasil (181,9 GWh), de Uruguay (47,7 GWh) y de Paraguay (10,9GWh).