Los domicilios argentinos desechan anualmente 24 piletas olímpicas de aceites

Sustentabilidad

Tiran más de 95 millones de litros que no se gestionan correctamente pese a que el aceite demora en degradarse más de 100 años
Argentina no gestiona correctamente 95 millones de litros de aceite anuales, suficientes para llenar 24 piletas olímpicas. De los 20 litros que se consumen para alimentación, anualmente se genera un residuo de 2.6 litros de aceite vegetal usado por persona.

Son 122 millones de litros por año que se generan en el ámbito de los hogares, de los cuales 95 millones no se gestionan correctamente. El dato surge de un estudio realizado por la Facultad de Agronomía de la UBA y por la empresa de saneamiento de aceites DH-SH. Se estima que el aceite tarda 100 años en descomponerse.

Según el trabajo, los mayores responsables de esa mala gestión son los domicilios. “Mas de la mitad de los argentinos que cocinas fritos, no separan este residuo” informa el trabajo. El estudio fue presentado en la Cámara de Comercio de San Lorenzo (Santa Fé). “La buena noticia es que un 73% de los encuestados presentó una alta motivación a la separación, si se le facilitara el proceso y/o tuviera acceso a más información sobre cómo hacerlo. A esos 95 millones que terminan en basurales, en la tierra y, sobre todo, contaminando nuestros recursos hídricos, se le suman unos 8 millones que descartan los grandes generadores, es decir locales gastronómicos, deliverys, comedores, que no gestionan correctamente este residuo”, consigna el trabajo.

La incorrecta gestión del aceite usado origina una serie de daños ambientales:

  • El aceite usado vertido al suelo destruye el humus, mata la materia viva que hay en él y disminuye su fertilidad.
  • Por infiltración, contamina las aguas subterráneas haciéndolas inadecuadas para el uso humano y riego. Se estima que un solo litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua.
  • Deteriora la vida acuática de los ríos y arroyos e impide el correcto funcionamiento de las depuradoras. El aceite mezclado con el agua forma una capa que impide que la luz solar llegue a las plantas. Eso puede causar la muerte de animales y plantas.
  • La combustión indiscriminada de aceite usado libera productos tóxicos claramente perjudiciales para la salud, causando enfermedades respiratorias y de piel.
  • Atasca las tuberías, genera trabajo extra para las plantas de tratamientos de aguas residuales, aumenta las plagas urbanas, etcétera.

Para enfrentar el problema, durante los últimos los políticos legislar prohibiciones y sanciones sobre los desechos de los aceites a través de diferentes leyes y decretos. También se crearon registros y diferentes trabas para que los gestores de estos fluidos cuenten con la “bendición” de algún organismo burocrático. En ciertas ciudades se crearon algunos pocos “puntos limpios” para la recolección de aceites usados, cuya localización es invariablemente poco conocida y generalmente alejada de los puntos de generación. El resultado es, hasta ahora, la reducción de aceites utilizados en las industrias y en los automóviles. Sin embargo, falta lo más importante para ponerle “un cascabel a este gato”: educación para concientizar los daños y, la generación y difusión de alternativas plausibles para evitar los derrames.