Mientras que los políticos hacen “turismo mágico” y hacen discursos para ellos, se conoció que la quema de combustibles fósiles causa 5,1 millones de muertos en todo el mundo.
La contaminación de los combustibles fósiles causa 5,1 millones de muertes al año en el mundo. El dato coincide con la inauguración de la 28va Cumbre del Clima, conocida como COP28 en Dubái (Emiratos Árabes), y surge de un estudio publicado en la revista The BMJa. Significa que, mientras que los políticos del Mundo se pasearán por la lujosa Expo City Dubái, el 61% de los 8,3 millones de muertos por la contaminación del aire continuarán muriendo por la quema de combustibles.
La Cumbre que comienza hoy y que continuará hasta el 12 de diciembre, centrará su mirada en cuatro compromisos alcanzados por todos los países y que claramente no se cumplieron hasta ahora: la marcha de los Acuerdos de París (alcanzados en la COP de 2015) que son sistemáticamente incumplidos; el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 1,5ºC antes de 2030; el fin de los combustibles fósiles (¿para cuándo?; y, el pico de emisiones mundiales de CO2 establecido para 2025. La delegación argentina estará integrada, entre otros, por la saliente secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, y la hasta ahora directora Nacional de la misma repartición, Florencia Mitchell.
Las nuevas estimaciones de muertes relacionadas con los combustibles fósiles son mayores que la mayoría de las informadas hasta ahora, lo cual sugiere que la eliminación gradual de los combustibles fósiles podría tener un mayor impacto en la mortalidad atribuible de lo que se pensaba antes. El estudio utilizó un nuevo modelo para estimar todas las causas y las específicas de las muertes debido a la contaminación del aire. Los autores evaluaron el exceso de muertes (el número de fallecimientos por encima de lo esperado durante un periodo de tiempo determinado) con datos del estudio “Carga global de enfermedades 2019”, datos de población y partículas finas obtenidos a través de satélites de la NASA, y modelos de química atmosférica, aerosoles y riesgo relativo en cuatro escenarios. Los resultados muestran que, en 2019, alrededor de 8,3 millones de muertes en todo el mundo fueron atribuibles a las partículas finas (PM2,5) y al ozono (O3) en el aire ambiente, de las cuales el 61% (5,1 millones) estaban relacionadas con los combustibles fósiles.
El 52% de los fallecimientos estuvieron relacionados con afecciones comunes como cardiopatía isquémica (30%), accidente cerebrovascular (16%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (16%) y diabetes (6%). Alrededor de un 20% no estaban definidos, pero es probable que estén relacionados en parte con la presión arterial alta y trastornos neurodegenerativos como el alzhéimer y el párkinson. Las muertes atribuibles a todas las fuentes de contaminación del aire ambiente fueron mayores en el sur y el este de Asia, particularmente en China (con 2,44 millones), seguida de India (2,18 millones).
Las próximas reuniones sobre el cambio climático en la COP28 de Dubái “ofrecen una oportunidad para lograr avances sustanciales hacia la eliminación gradual de los combustibles fósiles”. “Los beneficios para la salud deberían ocupar un lugar destacado en la agenda”, indicaron los autores. Sin embargo, en base a las reuniones anteriores y a los resultados logrados hasta ahora, claramente que se aplica el adagio que dice “del dicho al hecho, hay un largo (muy largo) trecho”.