Alemania subvencionará con 20.000 millones de euros la generación de electricidad

Sustentabilidad

El gobierno promete dinero y ganancias aseguradas de corto y largo plazo para las empresas generadoras decidan invertir en hidrógeno en el país
El gobierno alemán proyecta laconstrucción de nuevas centrales de gas para prescindir del carbón en el proceso de generación eléctrica. El país, que apagó sus tres últimas centrales nucleares en abril del año pasado, ahora tiene por objetivo prescindir del carbón en 2030.

Actualmente el carbón todavía es una fuente energética importanteen el mix de generación alemán (23% de la energía eléctrica en 2023). En las últimas semanas, la coalición integrada por Verdes, socialistas y liberales difundieron un plan que apunta a construir, en una primera fase,10GW de centrales de ciclo combinado que recibirían jugosas subvencionesdel Gobierno.

El Ejecutivo impulsará la construcción de las centrales -entre 15 y 20- desde este año, acelerando los plazos. Según confirmó el Gobierno, la idea es que las centrales se pongan en marcha cuanto antes, aunque en un primer momento seguirían quemando gas natural y generando emisiones. La estrategia pasa por quetodas ellas operen con hidrógeno verde entre 2035 y 2040,aunque los plazos terminarán de definirse en 2032.

Las subvenciones gubernamentales supondránentre 16.000 y 20.000 millones de eurosdurante veinte años, según la prestigiosísimarevista Der Spiegel, y en ellas se incluyen la construcción de centrales y las subvenciones al hidrógeno. El Gobierno quiere que las nuevas centrales utilicen hidrógeno verde obtenido a partir de energías renovables y considerado por tanto libre de emisiones.Peroademás, se abre al uso de hidrógeno azul o negro, obtenido a partir de combustibles fósiles. Llamativamente, no contempla el uso de hidrógeno obtenido a partir de nucleares, denominadohidrógeno rosa.

El Gobierno apunta a dar estabilidad al sistema, aunque el objetivo siga siendo que el grueso de la energía eléctrica provenga de las intermitentes plantas eólicas y fotovoltaicas. Un papel al que podrían haber contribuido, con cero emisiones, las plantas nucleares que el país decidió cerrar en plena crisis energética y que ahora deberán asumir las nuevas plantas de gas.

El proyecto incluye garantías económicas para que las nuevas centrales resulten rentablesen su función de suplir la falta de flexibilidad de las energías verdes. Ahora, señalan los medios, falta la aprobación de Bruselas y ya se apunta a las reticencias que podría encontrar el plan ante el hecho de que tengan que pasar largos años hasta que las plantas comiencen a consumir hidrógeno verde en lugar de gas natural.