Según los últimos estudios de los astrofísicos, el Sol, la estrella central de nuestro sistema solar, se encuentra a mitad de su vida útil.
Este descubrimiento contradice la hipótesis previa de que el astro tenía una expectativa de vida de alrededor de 10,000 millones de años.
¿Cuánto tiempo de vida le queda a nuestro Sol?
De acuerdo con análisis realizados por astrofísicos, actualmente transcurrieron aproximadamente 4,500 millones de años desde que el Sol comenzó su proceso de fusión nuclear en el centro del sistema solar.
En aproximadamente 5,000 millones de años, cuando el hidrógeno en el núcleo se agote, el Sol se expandirá, convirtiéndose en una gigante roja. Durante esta etapa, alcanzará tamaños enormes, extendiéndose más allá de la órbita de nuestro planeta y potencialmente, absorbiendo los planetas interiores del sistema solar.
Después de esta fase, perderá sus capas exteriores y se reducirá a una enana blanca, un pequeño núcleo extremadamente denso que gradualmente se enfriará.
Si bien seguirá existiendo como enana blanca, ya no emitirá la misma energía que permite la vida en nuestro planeta.
¿Qué pasará con la Tierra?
El cambio de estado del Sol tendrá consecuencias fatales para los planetas cercanos, probablemente incluyendo a la Tierra, que podría ser consumida durante la expansión a gigante roja.
De esta manera, la superficie de nuestro planeta se volvería inhabitable mucho antes de ser engullido.
De acuerdo con los expertos, el destino de los planetas y asteroides del sistema solar es más complejo de lo que se pensaba anteriormente.
De todas formas, si bien la vida del Sol tiene un tiempo limitado, la humanidad todavía tiene millones de años por delante antes de que las condiciones cambien de forma irreversible.
¿Qué pasa con el Sol cada 11 años?
El Sol experimenta un ciclo de actividad solar que se repite aproximadamente cada 11 años. En particular, este se caracteriza por un aumento y disminución de las manchas solares.
Las manchas solares son regiones más frías y oscuras en la superficie del Sol, que indican una mayor actividad magnética.
Después de este periodo, el campo magnético del Sol invierte su polaridad. Es decir, el polo norte magnético pasa a ser el polo sur, y viceversa. Esta inversión de la polaridad magnética se produce de manera regular y predecible.