A nivel mundial, el tráfico de vida silvestre es el cuarto negocio ilícito más lucrativo, y la segunda causa de pérdida de biodiversidad. Y Mendoza no está exenta de esta preocupante realidad, que termina por convertirse no solo en un ilícito sino, además, en una amenaza para estos animales, así como también para las personas, ya que muchos de estos ejemplares pueden ser vectores de transmisión de enfermedades.

En las vastas sabanas de África, las jirafas, con sus majestuosos cuellos y patrones únicos, son símbolos de la vida silvestre. Sin embargo, tras décadas de disminución constante en sus poblaciones, estos gigantes de la naturaleza están más cerca que nunca de ser clasificados como especies en peligro de extinción bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos (ESA, por sus siglas en inglés).

La Subsecretaría de Ambiente de Argentina, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), realizó el traslado de seis pumas que estaban cautivos en Balcarce, provincia de Buenos Aires, hacia Uruguay. El operativo se realizó bajo la Ley 22421, que regula el tráfico de fauna.

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