En el corazón de Corrientes, los majestuosos Esteros del Iberá, una de las reservas naturales más emblemáticas de Argentina, se benefician de un nuevo avance tecnológico. Un innovador sistema de información geográfica (SIG), desarrollado por el INTA Corrientes, promete mejorar la gestión y conservación de este valioso ecosistema.
Este proyecto ofrece herramientas clave para que tanto autoridades como productores locales tomen decisiones más informadas y sustentables.
El sistema, creado a pedido del Ministerio de la Producción de Corrientes y financiado por el Consejo Federal de Inversiones, tiene como objetivo principal mapear y analizar los diversos ambientes que componen el macrosistema Iberá, incluyendo lagunas, esteros y pastizales. Esta tecnología permite acceder a información precisa y actualizada, fundamental para la planificación y protección de los recursos naturales de la región.
Una herramienta que transforma la gestión de los recursos
Ditmar Kurtz, especialista en recursos naturales del INTA Corrientes, destaca la importancia de este desarrollo: “El sistema no solo facilita la toma de decisiones por parte de las autoridades, sino que también sirve como una guía para los productores locales, ayudándolos a entender las normativas que rigen el uso de la tierra dentro de la reserva”. Esta tecnología también posibilita un análisis exhaustivo de los cambios en el uso del suelo a lo largo de la última década, utilizando imágenes satelitales que capturan la evolución estacional de los ecosistemas.
Kurtz subraya que el análisis no se limita solo a identificar áreas protegidas, sino que también permite calcular zonas de amortiguación o áreas buffer alrededor de los humedales, donde las actividades humanas están restringidas para proteger estos ambientes. Estas áreas de protección, que varían entre 30 y 70 metros dependiendo del tipo de humedal, son cruciales para evitar la fragmentación de los ecosistemas y asegurar la preservación de la biodiversidad.
Mapeando el futuro de la conservación
El sistema de información geográfica desarrollado por el INTA incluye más de 60 capas de datos, entre las que se encuentran imágenes satelitales, mapas de cobertura de suelos, redes viales y catastrales, entre otros. Según Ruth Perucca, experta en cartografía del INTA, este análisis permite visualizar la distribución de los diferentes ambientes que forman la reserva. De los 1,2 millones de hectáreas que conforman el Iberá, el 74 % está compuesto por humedales, una categoría que incluye esteros y espejos de agua, mientras que el resto se divide entre lomas, planicies y malezales.
El sistema también fue diseñado para ser accesible a un amplio público, ya que su uso no requiere conocimientos técnicos avanzados. A través del software gratuito ArcReader, cualquier persona interesada puede consultar los mapas y explorar la información digital disponible, lo que democratiza el acceso a estos datos cruciales para la conservación del área.
Asimismo, se ha propuesto la creación de corredores biológicos que conecten las áreas naturales protegidas dentro del sistema, asegurando que la fauna autóctona, como el yaguareté y el ciervo de los pantanos, pueda moverse libremente sin que sus hábitats se vean fragmentados por actividades humanas.
Un tesoro natural de Argentina
Los Esteros del Iberá no solo se destacan por su tamaño, sino también por la rica biodiversidad que albergan. Este vasto humedal, uno de los más grandes de Sudamérica, es hogar de una gran variedad de especies. La flora es impresionante, con extensos pastizales y áreas de vegetación acuática que flotan sobre las lagunas y esteros. Las aguas están cubiertas por plantas como lirios, camalotes y helechos, mientras que las islas exhiben una rica flora con palmares, lapachos, ceibos y ombúes, creando un ambiente de ensueño para los visitantes.
La fauna es igualmente impresionante, con yaguaretés, carpinchos, yacarés y ciervos de los pantanos conviviendo en este refugio natural. Además, es posible observar monos, zorros y una gran variedad de aves multicolores que llenan de vida el paisaje. Cuando cae la noche, los anfibios como el sapo cururú y las mariposas multicolores emergen, transformando el ambiente en un espectáculo natural que maravilla a quienes tienen la suerte de presenciarlo.
Estas formaciones no solo son vitales para las especies que allí viven, sino que también juegan un papel esencial en el equilibrio ecológico de la región.
La importancia de preservar
El desarrollo del sistema de información geográfica es un paso importante hacia la protección y conservación de los Esteros del Iberá. Sin embargo, la responsabilidad de cuidar este invaluable ecosistema no recae únicamente en las autoridades. Los productores locales y la comunidad en general también deben adoptar prácticas sostenibles que minimicen el impacto sobre los recursos naturales.
La preservación de esta región es vital no solo para la biodiversidad que alberga, sino también para el bienestar ambiental de la región y del país. Estos humedales juegan un papel clave en la regulación del clima, la provisión de agua dulce y la captura de carbono, lo que los convierte en un ecosistema esencial para la lucha contra el cambio climático.
Con proyectos como el desarrollado por el INTA Corrientes, se sientan las bases para una gestión responsable y sostenible de los Esteros del Iberá, garantizando que este tesoro natural siga siendo un refugio de biodiversidad para las generaciones futuras.