Caso Semenya: La Justicia tarda, pero llega

Champion shouted resistance climbed

Diversidad

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dijo que no se debe discriminar a los deportistas andróginos
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló en favor de Caster Semenya en una batalla que dura más de una década al sentenciar que la atleta sudafricana fue discriminada por impedírsele participar en ciertas carreras, por negarse a medicarse para bajar su tasa, natural, de testosterona.

El fallo es una respuesta a la demanda que la atleta sudafricana, de 32 años, presentó en la corte europea. La deportista hiper andrógina denunció que la justicia de Suiza confirmó en 2020 que debía someterse a un tratamiento hormonal si quería poder competir en su distancia favorita, los 800 metros. El proceso llega después de que Semenya perdiera sus recursos ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) máximo tribunal del deporte, y otro ante el Tribunal Federal Suizo (TFS) en una larga batalla legal contra la normativa.

A pesar del fallo del TEDH, el reglamento de World Athletics (antigua IAFF) no se ve por el momento modificado y, por tanto, no les obliga a que admitan a Semenya en próximas pruebas de 800 metros sin someterse al tratamiento: “Suiza se excedió en el reducido margen de apreciación que disfrutó en el presente caso, que se refería a una discriminación basada en el sexo y las características sexuales, que solo puede justificarse por consideraciones muy fuertes”, sentenció el Tribunal con sede en Estrasburgo, que condena al país helvético a pagar las cosas del juicio, unos 60.000 euros.

En 2019 renunció al Mundial de Atletismo al no poder competir como mujer, por lo que no tuvo la oportunidad de defender su título mundial de 800 metros. “Estoy muy decepcionada por no poder defender el título que tanto me costó ganar, pero esto no me hará renunciar a seguir en mi lucha por los derechos humanos de todas las atletas involucradas”, declaró la sudafricana en un comunicado.

La disputa de Semenya con la IAAF se centraba en el polémico reglamento del organismo, que obligaba a las atletas hiper andróginas (como Semenya) a que se sometiesen a tratamientos hormonales para limitar los niveles de testosterona como requisito imprescindible de cara a poder participar a nivel internacional en las pruebas que van de los 400 metros a los 1.609 metros (en el argot del deporte, se habla de una milla).

La IAAF determinaba que las tasas de testosterona elevada suponen una ventaja en el atletismo femenino. Sin embargo, a la hora de determinar el estado civil de la atleta sudafricana, la respuesta es contundente: estamos ante una mujer.

A pesar de ello, para la IAAF la realidad era opuesta ya que aseguraban que mujeres como Caster Semenya, con atributos masculinos debidos a una cierta diferencia de desarrollo sexual son “hombres biológicos”, una noción muy criticada por la defensa de la deportista y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) determinó que suponía una discriminación.