Diez fenómenos climáticos que están alterando el planeta

Sustentabilidad

El 2024 está en camino a superar a 2023 como el año más cálido registrado. El año pasado, se batió un récord de temperatura de 1,48°C por encima de los niveles preindustriales de 1850-1900, según el Servicio Copernicus de Cambio Climático.

El último junio fue el más caluroso a nivel mundial en comparación a cualquier otro junio anterior. La temperatura media del aire registrada en la superficie fue de 16,66°C, con 0,67°C por encima del promedio de junio de 1991-2020 y 0,14°C por sobre el récord establecido en junio de 2023.

Además, junio fue el decimotercer mes consecutivo más cálido registrado en ERA5, una base de datos de reanálisis climático producida por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Mediano Plazo, que a la vez implementa el Servicio de Cambio Climático de Copernicus. Julio rompió la racha, pero aun así se posicionó como el segundo julio más cálido a nivel mundial con una temperatura media del aire en superficie ERA5 de 16,91°C, solo 0,04°C por debajo del máximo anterior, alcanzado en 2023.

A continuación, se reúnen diez fenómenos causados mayormente debido a las actividades humanas y otros factores naturales que muestran la manifestación de los impactos del cambio climático.

Más emisiones por aviación

Los vuelos nacionales e internacionales representan el 2,4% de las emisiones anuales de dióxido de carbono (CO₂) a nivel mundial. Si se combinan con los efectos no relacionados con el CO₂, como las formaciones de nubes, su contribución al cambio climático aumenta al 4%, según un estudio publicado en IOP Science. De este valor, 1,2°C ha calentado el planeta hasta ahora.

Para 2050, la aviación podría causar 0,1°C (0,2°F) de calentamiento: la mitad hasta la actualidad y la otra mitad en las próximas tres décadas. Sin embargo, la mayoría de los países que ratificaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) no divulgan regularmente las emisiones de este sector. Como resultado, existen pocos inventarios nacionales efectivos de emisiones de aviación doméstica e internacional que cumplan con las normas de información de la Cmnucc para todos los países.

En abril pasado, IOP Science publicó un estudio que busca completar esta información utilizando un modelo de alta resolución para las emisiones de viajes aéreos y datos de 36,2 millones de rutas de vuelo individuales en 2019. El objetivo es estimar las emisiones de CO₂ de vuelos internacionales y nacionales para cada país en ese año.

Una publicación en Science Daily revela que las Partes de la Cmnucc emitieron 911 megatoneladas de dióxido de carbono (MtCO₂) en 2019, es decir, aproximadamente un 50% más que los 604 MtCO₂ que fueron reportados por los gobiernos. Los países que encabezan la lista con mayores emisiones son Estados Unidos, China, Reino Unido, Japón y Emiratos Árabes Unidos, provenientes de vuelos de salida. Representan casi la mitad de estas emisiones de viajes aéreos en 2019.

Aumento de la temperatura en la tundra

Los ecosistemas de tundra ártica y alpina se están calentando a un ritmo más rápido que el promedio global. Albergan grandes cantidades de carbono en sus suelos y su destino estará determinado por el equilibrio entre la absorción de carbono, a través de la fotosíntesis, y la liberación de carbono, mediante la respiración del ecosistema.

Sin embargo, la magnitud del impacto del cambio climático en la respiración del ecosistema, como los factores que impulsan su variabilidad en la tundra, sigue siendo incierta. Más de 70 científicos analizaron datos recopilados de 56 experimentos, donde utilizan mini-invernaderos que atrapan calor y simulan el calentamiento local en 28 sitios de tundra ártica y alpina.

Un artículo reciente de Nature demostró que un calentamiento promedio de 1,4°C en la temperatura del aire y 0,4°C en la temperatura del suelo impulsaron juntos un aumento del 30% en la respiración del ecosistema durante las temporadas de crecimiento que continuó durante al menos 25 años. El autor principal del estudio señaló: “Este notable aumento fue casi cuatro veces mayor que lo estimado previamente”.

Calentamiento de las aguas en la Antártida y aumento del nivel del mar en el Atlántico Norte

La Circulación Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) es un sistema de corrientes oceánicas impulsado por diferencias de temperatura y salinidad. Como una cinta transportadora, mueve el agua a través de las cuencas oceánicas y mezcla las aguas superficiales y profundas.

Este sistema de circulación sustenta toda la vida marina al distribuir calor, nutrientes y CO₂ a través de las cuencas oceánicas del mundo. Pero, según un nuevo estudio de Nature Geoscience, el aumento de la temperatura global, está interrumpiendo la AMOC en una sección específica llamada “rama abisal”.

Esta rama de la “cinta transportadora” lleva aguas profundas desde el Océano Austral –o Antártico–, que se forman cuando el agua de mar se enfría durante el invierno, se congela y deja atrás aguas saladas y más densas, hundidas a más de 4000 metros hacia el norte y hasta el Atlántico.

Los autores de un estudio de Science Daily encontraron que esta corriente se debilitó un 12% entre 2000 y 2020. Recopilaron datos de una red de boyas ancladas al fondo marino, flotadores que se hunden hasta el fondo del océano y cruceros de investigación en el Atlántico Norte.

Probablemente, se debió a una desaceleración en la formación de estas aguas profundas en el Océano Austral. La reducción del flujo de aguas frías desde la Antártida pudo haber contribuido al calentamiento a miles de kilómetros de distancia en el Atlántico Norte. Como resultado, este aumento en el contenido de calor del océano provocó la expansión del agua y el aumento del nivel del mar.

Fusión del hielo en la Antártida Occidental

Un gran volumen de la capa de hielo de la Antártida Occidental se encuentra por debajo del nivel del mar, lo que provoca que el hielo sea vulnerable a las aguas cálidas.

Una nueva investigación en Science Advances explora cómo las aguas cálidas se están moviendo hacia la plataforma de hielo y transportando calor, impulsando la fusión de la plataforma de hielo. Las aguas se dirigen hacia la plataforma de hielo debido al surgimiento de agua de fusión. A medida que el hielo se derrite, el agua dulce provoca una corriente submarina más fuerte con el movimiento de más calor desde las aguas cercanas hasta la plataforma de hielo.

En consecuencia, un estudio publicado en Science Daily muestra que se creó un circuito de retroalimentación que podría acelerar el derretimiento de las plataformas de hielo y conducir a cambios en las corrientes. Los autores señalan que esto desestabilizaría aún más la capa de hielo de la Antártida Occidental y elevaría el nivel global del mar. La investigación acentúa sobre los mecanismos que impulsan el derretimiento de las partes flotantes de la capa de hielo bajo la superficie del océano, que hasta ahora no estaban claros.

Pérdida de glaciares y especies invasoras

Una investigación realizada en 2022 y 2023 por biólogos de institutos de investigación del Reino Unido y las Islas Malvinas en la isla de Georgia del Sur evaluó la capacidad de colonización de especies introducidas en áreas previamente cubiertas por glaciares que ahora están expuestas. Este proceso se conoce como deglaciación.

Los especialistas tomaron muestras de comunidades vegetales e invertebrados en varias ubicaciones de la isla. Como resultado, descubrieron que especies de plantas y su cobertura aumentaron desde la deglaciación. Además, notaron que las que fueron introducidas y los artrópodos impactan negativamente en el ambiente, así dejando pocas áreas prístinas para las especies nativas.

Estos cambios demuestran que el cambio climático impulsa alteraciones complejas en los ecosistemas a lo largo del tiempo, en este caso, por la exposición de un nuevo terreno debido al derretimiento de los glaciares y, en consecuencia, la rápida colonización.

Enfriamento oceánico y amenaza de la vida marina

Un nuevo estudio de Nature Climate Change que analiza más de 30 años de datos de temperatura de la superficie del mar y registros de viento, encontró que los eventos de afloramiento frío (cuando los parches de agua fría ascienden desde las profundidades del océano) se están volviendo más frecuentes e intensos en partes de los océanos Índico y Pacífico debido al cambio climático.

A medida que el calentamiento en los trópicos empuja a especies hacia los polos, como tiburones, rayas y otra megafauna marina, puede conducirlas a experimentar eventos de afloramiento frío más mortales. Por ejemplo, en 2021 un evento extremo de afloramiento frío frente a la costa de Sudáfrica fue responsable de la mortalidad de 81 especies.

Incendios y “efecto de fertilización”

Los efectos de condiciones más cálidas y secas del cambio climático llevaron a aumentar los incendios forestales a nivel global durante la última década.

Por su parte, el dióxido de carbono (CO₂) atmosférico adicional impulsa el “efecto de fertilización”: la disponibilidad elevada de carbono permite que las plantas aumenten su crecimiento y productividad.

Un estudio publicado en Communication Earth & Environment investigó el impacto del CO₂ atmosférico en la actividad futura de los incendios, modelando cómo esperan que se modifique su actividad en los bosques con el aumento del CO₂ atmosférico. Como resultado, descubrieron que los cambios biogeoquímicos –como el efecto de fertilización– se proyectan para aumentar la actividad de los incendios.

Los autores de un estudio publicado en Science Daily sugieren que las políticas futuras deberían incorporar impulsores ecológicos al trabajar para mitigar el riesgo de incendios.

Lagos de soda y amenaza para los flamencos

Los lagos de soda son ecosistemas acuáticos productivos con alta alcalinidad (pH entre 9 y 12) y salinidad. Por otro lado, en África Oriental se albergan más de las tres cuartas partes de los flamencos enanos.

Una investigación publicada en Current Biology utilizó observaciones satelitales, conteos de abundancia y datos climáticos para evaluar la productividad y la salud de 22 lagos de soda a lo largo del tiempo. Los autores encontraron que el volumen de presencia de flamencos enanos en los lagos está correlacionada con la disponibilidad de alimentos.

También, hallaron que la productividad está disminuyendo probablemente debido al aumento de los niveles de agua por la suba de las precipitaciones. Esto modifica la composición química de los lagos. A medida que se alteran los patrones climáticos por los efectos del cambio climático, especies como el flamenco enano corren el riesgo de perder su hábitat crítico.

Calentamiento ártico y contaminación por polvo

Existen impactos negativos en la seguridad alimentaria, la calidad del aire local y el suministro de energía en el oeste y el sur de Asia debido a los altos niveles de polvo. Sin embargo, los datos de las últimas dos décadas indican que la contaminación por polvo ha disminuido.

Un nuevo estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (PNAS por sus siglas en inglés) encontró que la amplificación ártica –el fenómeno de que el Ártico se calienta mucho más rápido que el resto del planeta– disminuye los niveles de polvo. Esta amplificación reduce la diferencia de temperatura entre el Ártico y el hemisferio norte, y está asociada con cambios en la corriente en chorro polar.

Los cambios en esta corriente de aire de este a oeste interrumpieron los patrones de viento que transportan polvo desde el noreste de África hasta el Medio Oriente y el subcontinente indio. Por lo tanto, ralentizar el calentamiento ártico al reducir las emisiones de GEI podría aumentar la carga de polvo en la región.

Un estudio publicado en Science Daily demuestra que implementar acciones locales para contrarrestar la desertificación, como la reforestación y la gestión de la irrigación, y mitigar el cambio climático se volverá más primordial.

Expansión de oasis por causas antrópicas

Los oasis son esenciales para los hábitats y las fuentes de agua en las tierras secas y cubren más del 40% de la superficie terrestre de la Tierra. Además, sustentan al 10% de la población mundial.

Investigadores de Earth´s Future crearon un mapa global de distribución de oasis desde 1995 hasta 2020 y encontraron que el área global cubierta por estos aumentó unas 8,65 millones de hectáreas entre esos años. Este crecimiento se atribuye en gran medida a la conversión de desiertos en tierras de cultivo como resultado del agua de riego. Sin embargo, en un clima cambiante, los recursos hídricos tendrán una mayor demanda por la pérdida de agua subterránea, los cambios en los patrones de precipitación y la pérdida de glaciares. Al mismo tiempo, hallaron que 13,4 millones de hectáreas de oasis se convirtieron en desiertos.