Alemania lanzó un paquete fiscal para las empresas amigables con clima

Sustentabilidad

El gobierno puso el norte en desburocratizar y en bajar los impuestos: todo lo contrario a lo que se hace en Argentina
Mientras que los políticos argentinos se empecinan en combatir el cambio climático con mayores regulaciones, que necesariamente originan más impuestos, Alemania lanzó la pelota hacia otro arco. La semana pasada el canciller Olaf Scholz relanzó un conjunto de medidas fiscales por 6.500 millones de euros anuales orientadas a “pintar de verde” a las empresas, especialmente a las pymes (un “paquetito” por 32.500 millones de euros).

Para ello presentó un proyecto de ley, conocido como “Ley de Oportunidades de Crecimiento para el período 2024-2028” para favorecer a aquellas empresas que inviertan en protección del clima. La iniciativa ofrece incentivos fiscales a la investigación y permite una mayor compensación de pérdidas pasadas con los beneficios de ejercicios futuros.

El texto inició un proceso de consulta con las provincias (los länder) y los municipios, para posibles ajustes. Luego irá al Bundestag (el Congreso) para su debate y votación definitiva. “En un plazo de cuatro años se podrá desgravar el 80% de las pérdidas en vez del 60% como hasta ahora”, explicó el todopoderoso ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner. El texto incluye también diferentes medidas para reducir las regulaciones y la burocracia: factores que siempre ralentizan las iniciativas privadas.

Pero además, el Gobierno alemán no pierde de vista la lucha contra la inflación, que en agosto se situó en el 6,1% y en julio había sido del 6,2%, según datos provisionales de la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Según Scholz, el Banco Central Europeo (BCE) obra bien con su endurecimiento de la política monetaria.

En el primer borrador de la futura ley, que se conoció a finales de julio, las medidas de alivio fiscal rondaban los 5.700 millones de euros al año, cantidad que finalmente se aumentó a 6.500 millones. El texto incluye también un mecanismo de amortización de viviendas del 6% anual para el sector de la construcción, que actualmente está seriamente afectado por las subas de las tasas de interés. Alemania, donde el mercado inmobiliario tampoco consigue atender la totalidad de la demanda de viviendas, no quiere permitirse un “parate” del sector como ocurre en Argentina.