El mundo recicla el 71% de las latas usadas por las industrias del alcohol y de los refrescos
Un nuevo estudio sobre el reciclaje de latas de aluminio determinó que la humanidad podría ahorrar anualmente 60 millones de toneladas de CO2 tan solo por reciclar de las latas de bebidas utilizadas de aquí hasta 2030. Ese número es cuanto menos, impresionante: equivale al líquido contenido por 30 millones de piletas (o piscinas) medianas (de 100m x 10m x 4m).
El estudio fue encargado por el Instituto Internacional del Aluminio (IAI por sus siglas en inglés) y fue cofinanciado por Emirates Global Aluminium, Crown Holdings, Australian Aluminium Council y Novelis. La evaluación fue producida por los consultores Roland Berger. Propone 25 modos de aumentar el reciclaje y un conjunto prioritario de recomendaciones estratégicas para mejorar el reciclaje de latas.
Los hallazgos y recomendaciones se basan en la evaluación de los sistemas de gestión de residuos de latas en Australia, Camboya, Corea del Sur, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos y Vietnam. Juntos, estos países proporcionan información representativa sobre el uso, la recopilación y el procesamiento de latas en diferentes países y culturas. La evaluación también proporciona información sobre los flujos comerciales regionales de chatarra de latas de bebidas usadas (UBC) en las regiones del Golfo y Asia Pacífico, ambos importantes centros comerciales.
La lata de aluminio sigue siendo el paquete de elección para las industrias de alcohol y refrescos, y se espera que el consumo mundial aumente en un 50% entre 2020 y 2030. El aluminio es el tercer elemento más abundante del planeta y cuando se transforma en envases, es 100% e infinitamente reciclable. Significa que el uso de latas pasaría de 420.000 a 630.000 millones de latas anuales. Según el IAI, el 71% o más de todas las latas de aluminio colocadas en el mercado mundial, se reciclan. En Argentina se estima que recicla el 79% de las latas. La producción del aluminio primario está en manos de una sola empresa: Aluar, de la familia Madanes Quintanilla, que produce el metal a través de diferentes fuentes de energía eléctrica, y una de ellas es una central hidroeléctrica propia (la Central Hidroeléctrica Futaleufú).
Marlen Bertram, Directora de Escenarios y Pronósticos del IAI, declaró que "el potencial de reducción de carbono del reciclaje no puede ser subestimado. El reciclaje de productos de aluminio usados, tiene un papel muy importante que desempeñar en la descarbonización general de la industria del aluminio, porque el reciclaje de estos productos emite 0,6 toneladas de CO2e por tonelada en comparación con 16,6 toneladas de CO2e por tonelada para el aluminio primario. Esta es la razón por la que los miembros del IAI centran sus estrategias en descarbonizar su producción de aluminio primario y aumentar el uso de chatarra de aluminio, reduciendo así el vertido de productos de aluminio después de su uso".
Por su parte, Abdulnasser Ibrahim Saif Bin Kalban, CEO de Emirates Global Aluminium, señaló que "se necesita mucha menos energía para reciclar el aluminio que para fabricar metal nuevo. Sin embargo, pero demasiado termina en la basura. Debemos desarrollar tanto la cultura de la segregación de aluminio, como las latas de bebidas usadas, como la infraestructura para reciclar”. Y agregó: “Estamos desarrollando instalaciones de reciclaje, y en los Emiratos Árabes Unidos estamos trabajando con fabricantes de latas, productores de bebidas y empresas de gestión de residuos, para promover el reciclaje de aluminio en la sociedad".
Sachin Satpute, presidente de Novelis Asia, añadió:"Las latas de aluminio usadas se pueden reciclar y volver al estante de la tienda como latas nuevas en tan solo 60 días. El reciclaje de aluminio consume solo el 5% de la energía requerida para la producción de aluminio primario, lo que resulta en una reducción del 95% en las emisiones de carbono”.
La revisión incluyó entrevistas con las partes interesadas, revisiones de regulación, evaluación del contexto del mercado y la cadena de valor, revisiones de recopilación de datos y líneas de base. Para cada uno de los seis países, se analizaron varios aspectos, incluidos los esquemas regulatorios y de gestión de desechos, la infraestructura de recolección, las tasas de reciclaje y vertedero, los volúmenes puestos en el mercado, las tendencias de uso, el rendimiento general, el comercio de latas de bebidas usadas, los flujos de materiales y los objetivos futuros. Corea del Sur tuvo la tasa de recuperación más alta, con un 96%. El país fue seguido por Vietnam 93%, Camboya 90%, Tailandia 86%, Australia 74%, y Emiratos Árabes Unidos 33%.
