Brinda también un ordenamiento para divulgar acciones sociales y de gobernanza, y representa las expectativas del ente de regulación
Con el propósito de orientar a las empresas a divulgar sus acciones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) la Comisión de Valores difundió una guía práctica que facilita identificar los elementos claves de divulgación de la información. Se hizo con el apoyo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El documento es de carácter no vinculante, pero representa la expectativa del ente de regulación.
La información ASG abarca tres factores: el ambiental, el social y la gobernanza. El primero de ellos, refiere a cualquier aspecto de la actividad de una empresa que esté relacionado con la naturaleza. Por ejemplo, la gestión de recursos naturales, la prevención de la contaminación, la adaptación y mitigación al cambio climático, entre otros.
Por su parte, el factor social, en cambio, refiere a cualquier aspecto de la actividad de una empresa que esté relacionado con el desarrollo humano y social. Por ejemplo, las políticas que lleva adelante para fomentar la diversidad e inclusión en la empresa así como la igualdad de oportunidades; la relación y políticas de la empresa con sus trabajadores, grupos de interés, comunidad y autoridades.
Por último, el factor gobierno se refiere a considerar cómo la compañía gestiona su gobierno corporativo, y en particular la inclusión de la perspectiva ambiental y social en los mecanismos de gobernanza. Algunos temas que podrían ser tratados dentro del factor gobernanza, son por ejemplo: mecanismos de relacionamiento del directorio con sus accionistas y grupos de interés, rendición de cuentas, la equidad de género, la independencia de los/as directores/as y su remuneración, la estructura de la organización, su estrategia fiscal y de sostenibilidad, mecanismos de transparencia, y los programas anticorrupción, entre otros.
Con relación a la diversidad de género, se destaca la importancia de la composición de directorios diversos y la equidad en la remuneración como buenas prácticas de gobierno corporativo. En los últimos años se han incrementado los esfuerzos a nivel mundial para promover el desarrollo de economías sostenibles que contemplen el cambio climático, tanto dentro del sector público como del privado (IOSCO, 2020). En el contexto planteado, existe una demanda creciente tanto por parte de los inversores, como de la sociedad respecto a conocer cómo gestionan las empresas sus impactos ASG. En ese sentido, la información empresarial sobre su exposición a los riesgos y oportunidades ASG, y sus estrategias para abordarlos, son cada vez más importantes para las decisiones de inversión, ya que en ciertas circunstancias pueden representar serias amenazas a la viabilidad del negocio en forma sostenida (Impact Management Project et al, 2020).
Asimismo, a partir de los riesgos financieros derivados del cambio climático, el entorno de negocios y de inversores no sólo está demandando información ASG por parte de las empresas, sino también información específica sobre cómo están incluyendo en sus estrategias de negocio las implicancias del cambio climático. Los inversores tienen expectativas de que se entreguen reportes financieros alineados al Acuerdo de París, es decir, rendiciones de cuentas que reflejen adecuadamente el impacto que pudiera tener en los activos, pasivos, ganancias y pérdidas, el objetivo de llegar a las cero emisiones netas de dióxido de carbono para el año 2050 (IIGCC, 2020).
A partir de la divulgación de información empresarial, los inversores quieren entender: cómo los asuntos ASG afectan a la creación de valor a largo plazo de la compañía; la naturaleza de los riesgos estratégicos y financieros; y la forma en que la empresa pretende gestionarlos. Asimismo, exigen a las compañías que informen sobre los impactos (actuales o potenciales) en el entorno y la sociedad que resultan de los factores ASG propios de las actividades del negocio. En consecuencia, la transparencia sobre cómo una empresa gestiona los riesgos y oportunidades asociados debe formar parte de su propuesta de valor (IOSCO, 2019).
