Es un joven deportista (22 años) becado por la Universidad de Mississippi
Un jugador de futbol norteamericano de 22 quien se dijo deprimido y ansioso, tuvo la idea de demandar a una universidad por 40 millones de dólares, alegando haber sido despedido por discriminación racial y sexual, entre muchas otras acusaciones. Se trata de DeSanto Christopher Rollins y la demanda se presentó contra la Universidad de Mississippi, junto al entrenador jefe Lane Kiffin.
El jugador, un tackle defensivo de Baton Rouge, Luisiana, presentó la demanda el jueves último en un tribunal federal en Oxford, Mississippi (Ole Miss en el argot del deporte), donde se encuentra la escuela cuyo equipo se llama los Rebels. Según el demandante, el entrenador Kiffin lo expulsó del equipo, porque el jugador pidió un descanso debido a "problemas mentales" y, posteriormente, se perdió las sesiones de entrenamiento y las reuniones del equipo. Rollins, de piel oscura, acusó a su entrenador de haber recibido las sanciones tan solo por su color de piel. Y argumentó que los jugadores blancos, en una situación similar, no habrían experimentado ninguna consecuencia si hubieran pedido un descanso por salud mental.
"No hemos recibido una demanda", informó la escuela el viernes a través del portavoz Kyle Campbell. "DeSanto nunca fue retirado del equipo de fútbol y permanece becado. Además, continúa teniendo la oportunidad de recibir todos los recursos y ventajas que se le otorgan a un estudiante atleta en la universidad". Hasta el viernes Rollins todavía figuraba en el roster de los Rebels.
