Putin dio otro paso para restringir las libertades en Rusia

Diversidad

La Justicia rusa declaró al movimiento LGBT como una “organización extremista” que incita al odio social y religioso
El Tribunal Supremo de Rusia prohibió el movimiento LGBT y lo declaró como "una organización extremista", aunque sin dar nombres de individuos y organizaciones específicas. El organismo prohibió cualquiera de sus actividades en todo el país, a raíz de un proceso impulsado por una moción del Ministerio de Justicia. “Reconocer el movimiento internacional cívico LGBT como una organización extremista y prohibir sus actividades en territorio de Rusia”, dictaminó el juez, Oleg Nefédov, al leer el veredicto. La medida prohíbe tanto la propaganda y publicidad LGBT, como “el generar interés y animar a integrar las filas” de dicho movimiento.

 

El fallo, que tiene “efecto inmediato” no afecta el derecho de los ciudadanos a la vida privada, ya que la homosexualidad dejó de ser un delito para el país de 1993.

La audiencia se celebró a puerta cerrada sin la presencia de “la parte demandada”, aunque sí se permitió la entrada de periodistas para escuchar la decisión del tribunal. El demandante presentó pruebas sobre supuestas “tendencias extremistas” y la “incitación al odio social y religioso” en las actividades de dichos movimientos. Hace tres años la Constitución rusa fue modificada para dejar claro que el matrimonio se refiere a la unión entre un hombre y una mujer.

En los últimos años, la comunidad LGBT de Rusia se vió sometida a una creciente presión por parte de las autoridades. En 2013, se aprobó una ley que prohibía "la propaganda (dirigida a menores) de relaciones sexuales no tradicionales". En junio pasado se prohibieron las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo, también se prohibió la adopción por parte de parejas homosexuales y se anularon matrimonios entre personas del mismo sexo. El año pasado, esas restricciones se ampliaron a todos los grupos de edad en Rusia.

Las referencias al colectivo LGBT se eliminaron libros, películas, anuncios y programas de televisión. A principios de noviembre último, un canal de televisión ruso decoloró un arco iris en un vídeo de una banda de “kpop surcoreana” para evitar ser acusado de violar la ley de "propaganda gay". En la Duma (la Cámara baja del Parlamento ruso) Vitaly Milonov, famoso diputado del partido gobernante y que es conocido por sus posturas homofóbicas, afirmó que la prohibición de los grupos LGBT "no tiene que ver con las minorías sexuales, ni con la vida privada de las personas".

Desde que Vladimir Putin comenzó a gobernar en Rusia, el Kremlin se volcó en defender una ideología centrada en el pensamiento conservador y los "valores familiares tradicionales". Para las autoridades rusas el activismo LGBT es algo inherentemente occidental y que es hostil a las costumbres de Rusia, y la presión que ejercen sobre la comunidad la presentan como un medio para defender la estructura moral del país. Los activistas temen que el fallo conlleve la prohibición de populares símbolos como el arcoiris y desate una ola de odio y violencia porque, según las últimas encuestas, ya son un 62% los rusos que apoyan limitar sus derechos, muchos más que hace diez añ