Mas dudas que certezas sobre un bono verde de Ericsson

Finanzas Verdes

Anunció que 500 millones de euros a 4.5 años, pero “olvidó” informar cual fue la tasa y el monto de ofertas recibidas
La multinacional sueca Ericsson anunció que colocó de forma exitosa un bono verde en euros por 500 millones a 4,5 años, luego de haber registrado una serie de reuniones “muy concurridas” con el mercado financiero donde presentó su estrategia empresarial y sus objetivos de sustentabilidad. Se trata de un título que da continuidad a la política de endeudamiento de la empresa. Lo curioso, en este caso, es que la firma optó por guardar bajo siete llaves la tasa que debió resignarse a pagar por este título, y el monto de ofertas recibidas como lo impone el rito. En este tipo de negocios, no hay casualidades, ni descuidos: por algo será.

La omisión tiene sus razones. Ericsson registró pérdidas por importe de 29.513 millones de coronas suecas (2.555 millones de euros) en los nueve primeros meses de este año, en contraste con el beneficio neto atribuido de 12.922 millones de coronas (1.119 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio precedente, después de anotarse en el tercer trimestre un cargo extraordinario de casi 32.000 millones de coronas (2.671 millones de euros) en relación con el deterioro de valor de Vonage. El resultado neto en lo que va de año se vio afectado por el deterioro de 31.900 millones de coronas del fondo de comercio atribuido a la adquisición de Vonage, algo que Ericsson atribuyó a la caída significativa en la capitalización de mercado de los pares que cotizados de Vonage, el aumento de los tipos de interés y la desaceleración general en los mercados principales de Vonage.

En un comunicado del fabricante de redes, que asegura acaparar el 50% del tráfico mundial de 5G (con excepción de China) explica que los ingresos obtenidos se destinarán exclusivamente a inversiones de Investigación y Desarrollo (I+D) en eficiencia energética y energía renovable para soluciones actuales y futuras. La compañía indicó que esto ayudará a fortalecer la competitividad de los operadores de mercado y una mejor integración en soluciones de conectividad en iniciativas para combatir el cambio climático.

Ericsson, que anunciara en principios de año despidos de 8.500 empleos en 2023 y 2024, tiene como objetivo eliminar completamente las emisiones de carbono de su cadena de valor en 2040, lo que incluye reducir en un 50% de las emisiones en su cadena de valor y del uso de su portafolio hacia 2030. La empresa está herida, entre otros factores, por la ralentización de las ventas de equipos 5G en mercados de alto margen y varios cargos por 382 millones de dólares, como una provisión para el pago de una posible multa en Estados Unidos por un caso de corrupción en Irak. La provisión está relacionada con una potencial resolución del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) acerca de "supuestas infracciones no criminales”.

El “misterioso bono” se emitió bajo el Marco de Financiamiento Verde de Ericsson, que prevé emitir bonos verdes y otros instrumentos de financiamiento verde. Los bookrunners conjuntos fueron Citi, Credit Agricole CIB, Danske Bank, Deutsche Bank y SEB.