Jaque a J&J por su talco supuestamente cancerígeno

Sustentabilidad

Un fallo abrió las compuertas a decenas de miles de demandas alrededor del Mundo quienes acusan tener diferentes cánceres por usar el talco de la empresa

Johnson & Johnson’s (J&J) quedó obligado a pagar una indemnización 18,8 millones de dólares a Emory Hernández Valadez porque, según un tribunal norteamericano, hizo que el demandante desarrolle cáncer a través de su talco para bebés vendido por la empresa. El fallo será apelado, pero abre la compuerta para que se derrumben sobre las cabezas de J&J miles de demandas similares que esperan su turno por miles de millones de dólares. La sentencia aparecida ahora es sólo un caso testigo.

La historia es seguida con atención en todo el Mundo, porque J&J vende sus talcos y sus otros productos en más de 175 países. Tan solo en Estados Unidos, decenas de miles de personas interpusieron demandas similares, alegando que los polvos para bebés de J&J y otros productos a veces contuvieron amianto, por lo que causaron cánceres de ovario y mesoteliomas malignos (un tipo de cáncer) a muchas personas.

En abril del año pasado LTL Management, creada por J&J para deslindar responsabilidades ante la enorme cantidad de demandas sanitarias por su talco, se presentó en quiebra en Trenton (Nueva Jersey). Tras esa argucia, propuso pagar 8.900 millones de dólares para resolver más de 38.000 demandas y evitar que se presenten nuevos casos. Fue el segundo intento de Johnson & Johnson’s de resolver demandas por su talco, luego de que un tribunal federal de apelaciones rechazara la oferta anterior.

Por la quiebra, la mayoría de los litigios quedaron en suspenso. Ahora los demandantes buscan que se desestime la declaración de quiebra de LTL, argumentando mala fe de J&J, al inventar una empresa para canalizar los litigios y quedar libre de culpa y cargo. Pero, un juez jefe de quiebras de Estados Unidos, Michael Kaplan (que supervisa el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos de LTL) permitió que el juicio de Hernández Valadez siguiera adelante, porque se esperaba que viviera poco tiempo.

Herández Valadez presentó su demanda el año pasado en la corte estatal de California (en Oakland), en busca de que se lo indemnice por los daños. Como miles de otros, Hernández (24 años) declaró que desarrolló “mesotelioma” (un tipo de cáncer mortal) en el tejido alrededor de su corazón como resultado de una fuerte exposición al talco de la compañía desde su infancia. El juicio duró seis semanas hasta el fallo. Y es el primer revés que J&J, con sede en New Brunswick, Nueva Jersey, recibió en casi dos años.

El jurado determinó que Hernández tiene derecho a una indemnización por daños y perjuicios para compensarlo por sus facturas médicas y su dolor y sufrimiento. Sólo se negó a otorgar un reclamo de daños punitivos. Pese a eso, Hernández no podrá cobrar la sentencia en el futuro previsible, debido a la declaratoria de quiebra que congeló la mayoría de los litigios sobre el talco de J&J. Pero es un antecedente significativo porque estaría dándoles la razón a miles de demandantes en Estados Unidos y en todo el Mundo.

En sus alegatos finales ante el jurado el 10 de julio, los abogados de J&J sostuvieron que no había pruebas que relacionaran el tipo de mesotelioma de Hernández con el amianto, ni que demostraran que Hernández hubiera estado expuesto al talco contaminado. Los abogados de Hernández, por su lado, acusaron a J&J de encubrir de forma "despreciable" la contaminación por amianto durante décadas.

El vicepresidente de litigios de J&J, Erik Haas, consignó en un comunicado que la compañía apelaría el veredicto, calificándolo de "irreconciliable con las décadas de evaluaciones científicas independientes, que confirman que el talco para bebés de Johnson es seguro, no contiene asbesto y no causa cáncer"… esta historia, que parece una novela de intriga y terror, claramente continuará.