Alemania le demostró al Mundo que, cuando se quiere (y se piensa), se puede sustituir la energía atómica y fósil

Sustentabilidad

Las inversiones en energías renovables se pagan rápidamente porque significan fuertes ahorros en gastos de mantenimiento 
El gallego Enrique Dans es toda una personalidad en el mundillo académico español. Profesor de Innovación y Tecnología en la IE Business School, es normalmente consultado por todos los periódicos españoles cuando tratan cuestiones científicas vinculadas a nuevas tecnologías.

Escribió varios libros y tiene su blog muy influyente tanto en habla hispana como en inglesa. La introducción viene al caso porque escribió un artículo imperdible sobre cómo los alemanes le demostraron al Mundo que se puede sustituir rápidamente de la energía nuclear por energías renovables, sin incrementar las de origen fósil, sean a partir del carbón o del gas. “Los agoreros que afirmaban que eso era imposible. Y que la energía nuclear estaba destinada a ser una parte indispensable del futuro mix de energías en todos los países”, consigna. Y remata: “se equivocaban, o como el presidente de Repsol, Antonio Brufau, son directamente unos mentirosos”.

Su artículo respaldado por datos y gráficos del Fraunhofer Institute destaca que la generación de energía en Alemania en mayo del año pasado tenía una incidencia de la energía nuclear del 5.79%. “Además, había un 39.70% de energía producida mediante combustibles fósiles (carbón y gas), y ya un 55.72% de energías renovables (solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa)”. En mayo de 2022, prosigue, había un 39.70% de energía producida mediante combustibles fósiles (carbón y gas), y ya un 55.72% de energías renovables (solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa).

“En mayo de este año 2023, - remata Enrique Dans en su blog - con un consumo de energía menor, el aporte de la energía nuclear ha desaparecido tras el cierre de las últimas centrales que quedaban como parte de un plan trazado hace más de veinte años, y la generada mediante combustibles fósiles ha pasado a suponer un 31.70%, un significativo descenso del 7% que, dados los planes de inversión del país en infraestructuras para la producción de energías renovables, seguirá descendiendo. La producción mediante renovables, sin embargo, ha incrementado su participación hasta suponer un 69.70% del total, cubriendo no solo la contribución de las nucleares, sino además, eliminando parte de la necesidad de quemar combustibles fósiles. El objetivo de Alemania, la mayor economía de Europa, de descarbonizar la generación de energía en el año 2035 es perfectamente viable, y no solo no necesita la participación de la energía nuclear, sino que va a costarle menos que la factura que pagaba en combustibles fósiles”.

Y concluye: “Mientras Francia sigue luchando con unos gastos de mantenimiento elevadísimos y unos sobrecostes demenciales en la construcción de sus centrales nucleares. De hecho, una parte muy significativa del incremento en consumo de carbón de Alemania el pasado 2022 fue precisamente para poder afrontar la exportación a Francia de la energía que necesitaba debido a los múltiples fallos de sus centrales nucleares. La energía nuclear, por mucho que pretendan los que viven de ella, se ha convertido en algo innecesario, en una tecnología superada en su rendimiento por la eficiencia de otras. Y, claramente, en una apuesta equivocada”.