Contaminación: estamos mal, pero, ¿vamos bien?

Sustentabilidad

Un informe imperdible de IEA puso en blanco y negro el tema al decir que la humanidad siguió aumentando la contaminación el año pasado, pero a un ritmo menor que en 2022.

“Estamos mal, pero vamos bien” fue una de las frases que inmortalizaron en Argentina al ex presidente Carlos Menem. La cita viene al caso para sintetizar cómo marcha el Mundo para reducir las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), según la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés). Ayer se conoció su informe mundial de 2023 sobre el tema. Dice, en apretada síntesis, que las emisiones aumentaron… pero, lo hicieron en menor medida que en 2022, debido a “la expansión de tecnologías como la solar, la eólica y los vehículos eléctricos”. Entonces, la pregunta que cabe es: ¿vamos bien o vamos mal?

Según el informe, durante el año pasado las emisiones mundiales crecieron en 410 millones de toneladas. Con eso, alcanzaron un nuevo record: 37.400 millones de toneladas: 1,1% más que en 2022. Pero, aunque el informe no lo dice, resulta interesante consignar que esa variación fue inferior al aumento del PBI mundial, estimado durante el año pasado en 2,4%.

Lo que sí dice el informe es que esa nueva contaminación de 410 millones de toneladas generada por el hombre es una cifra inferior a la registrada en 2022, cuando el incremento fue de 490 millones de toneladas.

El vaso por la mitad

A propósito de si “estamos mal, pero vamos bien”, la IEA recuerda que hubo una escasez excepcional de energía hidroeléctrica debido a sequías extremas (en China, Estados Unidos y varias otras economías). Esa merma se tradujo, el año pasado, en un aumento de las emisiones superior al 40% “cuando los países recurrieron en gran medida a alternativas de combustibles fósiles para cerrar la brecha. Si no hubiera sido por la producción hidroeléctrica inusualmente baja, las emisiones globales de CO2 provenientes de la generación de electricidad habrían disminuido el año pasado, haciendo que el aumento general de las emisiones relacionadas con la energía fuera significativamente menor”.

El otro dato que sintetiza el estado de cosas mundial es el hecho de que las economías desarrollados lograron que sus emisiones emisiones “cayeron a su nivel más bajo en 50 años, mientras que la demanda de carbón volvió a caer a niveles no vistos desde principios del siglo XX. La disminución de las emisiones de las economías avanzadas fue impulsada por una combinación de un fuerte despliegue de energías renovables, el cambio del carbón al gas, mejoras en la eficiencia energética y una producción industrial más débil. El año pasado fue el primero en el que, al menos la mitad de la generación de electricidad en las economías avanzadas, provino de fuentes de bajas emisiones como las renovables y la nuclear”.

China, China, China

Por otra parte, según la data del Clean Energy Market Monitor del Organismo, el despliegue de energía limpia sigue estando “demasiado concentrado en las economías avanzadas y China, lo que destaca la necesidad de mayores esfuerzos internacionales para aumentar la inversión y el despliegue de energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo”.

En 2023, las economías avanzadas y China representaron el 90% de las nuevas plantas de energía solar fotovoltaica y eólica a nivel mundial, y el 95% de las ventas de vehículos eléctricos.

En esta materia China sigue mostrando cifras escalofriantes. Solo el año pasado, el país añadió tanta capacidad de energía solar fotovoltaica como la que el mundo entero originó en 2022. Pero justo es consignar una de cal y otra de arena: dado que el año pasado fue un año históricamente malo para la producción de energía hidroeléctrica y la continua reapertura de la economía China después de la pandemia impulsaron el crecimiento de las emisiones del país de alrededor de 565 millones de toneladas en 2023. En India, el fuerte crecimiento del PIB aumentó las emisiones en alrededor de 190 millones de toneladas en 2023. Un monzón más débil de lo normal aumentó la demanda de electricidad y redujo la producción hidroeléctrica, lo que representa una cuarta parte del aumento de las emisiones totales de la India. Las emisiones per cápita en la India siguen estando muy por debajo del promedio mundial.

Ventas de autos: uno de cada cinco es eléctrico

Un dato curioso, que presenta el Organismo: el número de automóviles eléctricos en las carreteras del mundo, representaron en 2023 una de cada cinco ventas de automóviles nuevos. Eso, “también jugó un papel importante para evitar que la demanda de petróleo (en términos de contenido energético) superara los niveles pre pandémicos” revela el informe.

Pero no todas las tecnologías de energía limpia progresaron en 2023. Las ventas de bombas de calor “cayeron marginalmente, ya que los consumidores presionados restringieron las compras de artículos caros, lo que destaca la importancia de un apoyo político continuo para transiciones equitativas”, consigna en un informe sobre de 2023.

Otro dato más surgido del Clean Energy Market Monitor: Desde 2019 “el despliegue de energía eólica y solar fotovoltaica en los sistemas eléctricos de todo el mundo, fue suficiente sido suficiente para evitar una cantidad de consumo anual de carbón equivalente a la de los sectores eléctricos de India e Indonesia combinados, y para reducir la demanda anual de gas natural en una cantidad equivalente a la de Rusia antes de la crisis”.