Colocó títulos a dos, cinco y diez años, con tasas muy inferiores a las del Tesoro norteamericano
Con la vista puesta al financiamiento del cambio climático, el Tesoro español logró colocar 6.442 millones de euros (unos 6.830 millones de dólares) en tres bonos verdes con intereses pagaderos cada año, y el capital al final:
* 1.604,18 millones de euros, a dos años, con una tasa del 4,486%. Este tramo logró una demanda de 2.494.19 millones
* 3.549,57 millones de euros, a cinco años, con una tasa del 6,65%. La demanda alcanzó a 6.144,64 millones.
* 1.288,44 millones de euros, a nueve años y diez meses, con un interés del 2,35%. La demanda sumó 2.999,46 millones.
Los tres bonos lograron tasas inferiores a las del Tesoro norteamericano para bonos de igual duración, que concluyeron la semana en 5,08%; en 4,75% y en 4.79% para cada plazo respectivamente.
Con esta colocación, España se aseguró buena parte del financiamiento previsto para completar su plan financiero de este año, antes del esperable aumento de las tasas de interés. Actualmente los costos financieros para el mantenimiento de deuda, rondan en niveles nunca vistos desde 2014. Pero los expertos del mercado esperan que sigan con una curva ascendente. La emisión bruta del Tesoro español será este año de 256.930 millones de euros, un 8,2% más respecto a lo estimado para 2022, debido al aumento de las tasas de interés. De ese total, 187.000 millones se usarán para renovar vencimientos. Los 70.000 millones restantes serán para aumentar el endeudamiento estatal. Los vencimientos a medio y largo plazo aumentarán cerca de un 43% con respecto a los de 2022, hasta los 97.521 millones de euros, por lo que en términos brutos su emisión ascenderá previsiblemente a 172.521 millones de euros. Esto se debe a que en 2022 hubo un vencimiento menos de lo habitual, volviendo en 2023 a tener unas amortizaciones en línea con las de otros ejercicios. Asimismo, está prevista la amortización de 3.643 millones de euros del préstamo del MEDE acordado en 2012 para la recapitalización del sistema financiero, llevando todo ello a una mayor emisión bruta durante el año.
La demanda ponderada por los plazos (técnicamente “numerales”) excedió 2,3 veces la cantidad de títulos ofrecidos, aunque solo en el caso de los títulos a diez años superó ese radio el mayor interés del mercado por los títulos de mayor duración.
