Fallo histórico contra Exxon por contaminar el aire desde sus plantas

Sustentabilidad

Es por una demanda presentada por ciudadanos de Texas y ahora hay temores de que acciones similares se viralicen por todo el Mundo
Un juez federal ordenó a la empresa petrolera más grande del mundo, ExxonMobil, a pagar casi 20 millones de dólares por arrojar millones de kilos de contaminación del aire desde sus instalaciones industriales en el área de la ciudad de Houston (Estados Unidos). 

La firma ganó el año pasado 55.700 millones de dólares, por lo que una indemnización de “solo” 20 millones no le hace mella. Lo preocupante para los mercados que, más allá del daño a su imagen y reputación, este fallo puede alentar una ola de juicios similares, no solo en Estados Unidos sino también en el resto del globo. Según la todo poderosa Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), tan solo en Europa la contaminación del aire provoca unas 400.000 muertes prematuras.La historia no es reciente, pero tuvo un desenlace histórico ahora. En 2010 el Sierra Club and Environment Texas demandó al gigante energético, alegando que durante un período de cinco años había emitido más de 13,6 millones de kilogramos de productos químicos peligrosos y otros contaminantes desde su complejo de la ciudad de Baytown (en el estado de Texas, Estados Unidos) que lo permitido por la ley estatal y federal, y los permisos de aire limpio. El complejo de 13,8 kilómetros cuadrados a unos 40 kilómetros al este de Houston alberga una refinería y plantas químicas, olefinas y plásticas.

Un juez federal de distrito, llamado David Hittner, falló originalmente en favor de la empresa, encontrando en 2014 que solo una pequeña fracción de sus eventos de emisiones eran lo suficientemente malos como para justificar acciones legales. Con ese argumento no le impuso sanciones. Pero en mayo del año pasado, el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito, resolvió anular ese fallo y le devolvió el caso "para que evalúe las sanciones en función del número correcto de violaciones procesables".

De tal modo el miércoles pasado (un año después de la decisión del Tribunal de segunda instancia) Hittner no tuvo más remedio que dictar un nuevo fallo ordenando a pagar a la petrolera una multa por 21,3 millones de dólares, así como los honorarios de los abogados de los demandantes. Solo restó 1,4 millones en multas que la Comisión de Calidad Ambiental de Texas ya había evaluado contra la compañía por tales eventos de emisiones al aire, lo que redujo la indemnización a 19,9 millones de dólares. Mas allá del importe de la sanción, el magistrado estuvo de acuerdo con grupos ambientalistas en que ExxonMobil había ahorrado unos 14,2 millones de dólares al no cumplir con las reglas y regulaciones de la ley de aire limpio.

Luke Metzger, director de Environment Texas, dijo que la sanción es la "mayor pena resultante de una demanda ciudadana en la historia de Estados Unidos". Bajo la Ley Federal de Aire Limpio, los ciudadanos pueden demandar al gobierno federal por violaciones de los estándares o limitaciones de emisiones. "El fallo muestra cuán crucial es realmente la disposición de aplicación ciudadana de la Ley de Aire Limpio para los residentes de Texas", dijo Metzger en un comunicado. "Significa que los ciudadanos privados, víctimas de los mayores contaminadores del mundo, pueden obtener justicia en el sistema judicial estadounidense, incluso cuando los reguladores gubernamentales miran hacia otro lado".

Los grupos ambientalistas presentaron varias demandas ciudadanas contra las compañías de energía de Texas en los últimos años, por exceso de contaminación del aire, señalando lo que describen como una aplicación laxa por parte de los reguladores ambientales estatales y federales. Han ganado acuerdos multimillonarios con varios otros gigantes energéticos como Shell y Chevron. ExxonMobil, sin embargo, decidió ir a juicio y ahora perdió. Los fallos favorables contra las compañías de energía ponen en tela de juicio las políticas gubernamentales que permiten a las instalaciones industriales afirmar que tales eventos de exceso de emisiones eran inevitables debido a fallas de funcionamiento o mantenimiento, lo que se conoce como "defensa afirmativa". Los registros muestran que los reguladores estatales aceptan esos reclamos la gran mayoría de las veces, rara vez emiten multas o negocian con compañías para reducirlas. En el juicio de ExxonMobil, un empleado testificó que la compañía casi siempre reclama inicialmente la defensa afirmativa, incluso cuando no está segura de cumplir con todos los requisitos.