Viaje en transporte público gratis: es la consigna de varias ciudades de Francia

Sustentabilidad

 Para que haya menos contaminación, crean incentivos para reducir el uso de automóviles de los residentes en 40 ciudades del país
El municipio de Montpellier, en el sur de Francia, habilitó el transporte público gratuito dentro de esta ciudad de unos 280.000 de habitantes. El objetivo es reducir el uso de autos privados para contribuir a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En Francia, alrededor de 40 municipios ya dieron este paso, entre ellos Dunkerque, en el norte. Pero todas estas localidades tienen menos población que Montpellier.

Con esta medida, Montpellier se convierte en una de las mayores urbes europeas en optar por esta iniciativa, después de que en 2020 lo hiciera Luxemburgo, con 640.000 habitantes, y en 2013 la capital de Estonia, Tallín, con 450.000 habitantes. Según el comunicado oficial, "Delafosse quiere hacer de la metrópoli de Montpellier un territorio ejemplar de transición ecológica e inclusiva, un territorio que cuida de sus habitantes, para demostrar que otro modelo es posible", según recogió la agencia de noticias rusa Sputnik.

Los combustibles fósiles, entre ellos el petróleo, representan el 80% de las emisiones contaminantes que elevan la temperatura del planeta y se busca reducir su dependencia. "A la vista del precio de la nafta, esta medida puede ayudar a reducir el uso del auto", evaluó una empresaria local. El costo de la adaptación será de 110 millones de euros, e incluye un aumento del 13 % en la frecuencia de los autobuses y tranvías. Pero el gobierno local espera recuperar 30 millones anuales con los impuestos ya existentes, y con la venta de billetes a los no residentes por lo que la inversión estaría amortizada en cuatro años.

En septiembre de 2020, los residentes de Montpellier dejaron de pagar los trayectos en colectivos y tranvías durante los fines de semana. Un año después, el beneficio se extendió también a los días feriados únicamente para los menores de 18 y mayores de 65 años. A partir de ahora, cualquier usuario de la ciudad podrá usar el transporte público sin cargo. Solo deberá mostrar, en caso de control, un pase válido, renovable cada año con un justificativo de domicilio.

"Hemos equipado todos los trenes de tranvía con dispositivos de conteo. Cuentan, a través de un haz luminoso, el número de personas que entran y salen. Esto nos ayudará a objetivar nuestra política de gratuidad", explicó Julie Frêche, vicepresidenta delegada de Transportes. Antes del inicio de la implantación de esta gratuidad, los abonados al transporte público eran 86.000. Solo los no residentes y los turistas deberán seguir pagando el boleto de 1,60 euros, que incluso podría aumentar. Para compensar la pérdida de ingresos, la municipalidad se apoyará en un impuesto y, además, prevé un ahorro de casi 2 millones de euros debido a la supresión de los validadores de boletos y, por tanto, de su mantenimiento.