La naturaleza como motor económico

Sustentabilidad

“La naturaleza de un país, sus paisajes y su flora forman parte de la idiosincracia nacional. Los parques protegidos son como ‘joyas de la abuela’”

“Para recibirte de empresario en los Estados Unidos es muy importante tener un curso de acción relevante en lo que hace a la cuestión ambiental y, en particular, a los parques nacionales”, relató el director ejecutivo de Aves Argentinas, Hernán Casañas, en conversación con la periodista Natalia Louzeau.

Se definió a sí mismo como un naturalista y conservacionista con amplia experiencia; también es consultor en temas de biodiversidad y tuvo una participación destacada en la creación de varias áreas nacionales protegidas. Según manifestó, muchos elementos que hacen a los parques y sitios naturales preservados se encuentran estrechamente ligados a la identidad social.

“En definitiva, la naturaleza de un país, sus paisajes y su flora forman parte de la idiosincracia nacional. Los parques protegidos son como ‘joyas de la abuela’ que preservan una muestra representativa de sitios alucinantes como las Cataratas del Iguazú, el Glaciar Perito Moreno y el Cañón de Talampaya, entre otros”, detalló.

La extraordinaria importancia que cobran se sustenta en la capacidad que tienen para ser lugares de recreación y para proveer servicios ecosistémicos que impulsan las actividades productivas locales, resaltó. Y, a modo ilustrativo, contó que Estados Unidos es uno de los países líderes en gestión de parques nacionales y protección de áreas naturales dado que allí “tienen una percepción en relación con lo que es la identidad del país y el orgullo por los parques nacionales”.

La naturaleza como motor económico

Casañas hizo hincapié en lo fundamental que es contar con un espacio para la concertación, el debate y la generación de información sobre qué es un área protegida, qué beneficios brinda y qué impacto tiene en la vida ciudadana. “En todo el mundo la creación de estos sitios generó debates, pero a la larga, cuando ya se establece el área protegida, las comunidades desarrollan un sentido del orgullo y ahí se abren paso los factores económicos que terminan siendo motores de desarrollo para las economías regionales”, dijo.

En cuanto a los datos duros, Casañas reveló que Aves Argentinas viene trabajando desde hace años en el ecoturismo, por lo que han extraído de algunas encuestas oficiales los siguientes datos destacados:

50.000 turistas extranjeros viajan a la Argentina solo para hacer observación de aves.

300 millones de personas visitan los parques nacionales de EE.UU. por año.

4 millones es el número de visitantes a los parques nacionales argentinos todos los años.

“Este tipo de turismo ha sido un motor para desarrollar las economías de países como Costa Rica, Nueva Zelanda y Estados Unidos”, enfatizó. Y añadió: “Nos tenemos que poner a trabajar en esta cuestión porque la proyección del ecoturismo puede sorprender en materia de números”.

A pesar de ello, advirtió sobre el hecho de desarrollar en primera instancia estudios sobre la capacidad de carga de dichos sitios, es decir, que el turismo que se produzca sea controlado y verdaderamente sustentable.

“Argentina tiene mucho para crecer en materia de visitación a las áreas protegidas y parques nacionales porque tenemos cosas que hay en pocos sitios del mundo. Es una joya en bruto que tenemos que desarrollar”, destacó.

Respecto del proceso de creación de una zona protegida, el especialista explicó que inicialmente se debe detectar al objeto de conservación. “Para eso es necesario que la provincia ceda la jurisdicción al gobierno nacional y luego es el Congreso de la Nación el que por ley lo acepta y crea esa área protegida”, dijo. Sucesivamente catalogó el proceso como sociopolítico y de alta complejidad.

El proceso de creación del Parque Ansenuza, en Córdoba es uno en los que ejemplos de trabajo mancomunado que Casañas citó como ideal. De ese proceso participaron asociaciones de la sociedad civil, el gobierno provincial, el nacional y la administración de parques nacionales; aunque, destacó que fueron las comunidades locales las principales impulsoras de la diversificación de la matriz económica del lugar.

A continuación, brindó un dato clave: durante el proceso de creación del parque aumentó en un 40% el flujo de turistas hacia la región.

En última instancia y relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, explicó que la preservación de ambientes naturales es el equivalente al cuidado del ‘sistema inmunológico del planeta’. “El cambio climático también se puede mitigar resguardando estos sitios, restaurándolos y volviéndolos a su composición original”, concluyó.