Los científicos quieren superar a la ficción

Sustentabilidad

Una idea tomada del relato bíblico del Arca de Noé podría materializarse en el futuro con un enfoque científico. Frente al alarmante número de especies amenazadas, un grupo de investigadores ha planteado, a través de una publicación, un plan innovador para establecer un tipo de bóveda en la Luna que albergaría muestras de las especies más relevantes y en riesgo de nuestro planeta.

Este ambicioso proyecto contempla la creación de un depósito biológico que resguarde células y ADN esenciales, con la finalidad de aumentar la diversidad genética en poblaciones de especies críticamente amenazadas o, en el peor de los casos, para clonar y recrear nuevos individuos si la extinción se vuelve inevitable.

Según lo detallado en la revista 'BioScience', el depósito lunar estaría protegido de los efectos del cambio climático, conflictos geopolíticos y otros desastres terrestres. La Luna, con su ambiente naturalmente frío, ofrece condiciones ideales para mantener las muestras congeladas durante todo el año sin necesidad de intervención humana o suministro energético constante.

Cráteres polares: un entorno perfecto

Los cráteres profundos en las regiones polares de la Luna, que siempre permanecen en sombra y presentan temperaturas extremadamente bajas, son un punto de interés tanto para China como para Estados Unidos. Estas áreas, con temperaturas de hasta -196°C, proporcionan un entorno casi perfecto para la preservación de muestras biológicas, permitiendo en teoría, una conservación adecuada para futuras clonaciones.

El concepto de un depósito que resguarde muestras biológicas no es del todo novedoso. El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, situado en una isla remota de Noruega en el Círculo Polar Ártico, ya cumple una función similar al almacenar semillas congeladas para asegurar la restauración de cultivos esenciales en caso de ser devastados por enfermedades o sequías.

No obstante, este lugar ha enfrentado problemas recientemente debido a inundaciones causadas por el incremento de las temperaturas. "Si no hubiera gente allí, las inundaciones podrían haber dañado el biodepósito", señaló la Dra. Mary Hagedorn del Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación y Zoológico Nacional, quien es la autora principal de la propuesta.

El depósito propuesto en la Luna priorizaría no solo a las especies en inminente riesgo de extinción, sino también a aquellas que desempeñan roles críticos en sus ecosistemas y cadenas alimentarias. A través de una selección meticulosa, las especies almacenadas podrían ser utilizadas para restaurar poblaciones extintas en la Tierra o incluso para el ambicioso objetivo de terraformar otro planeta.