Chile no se anda con chiquitas: invertirá en hidrógeno verde u$s12.500 millones

Energías Limpias

Para eso lanzó un fondo con u$s1.000 para ayudar a los privados a logar financiación de las inversiones en condiciones favorables 
Mientras que en Argentina se deshojan toneladas de margaritas sobre el posicionamiento del país en el tema del hidrógeno verde, Chile presentó esta semana fondo de unos 1.000 millones de dólares para el desarrollo de la industria.

Es para financiar proyectos en condiciones favorables, vinculados con la novedosa fuente de energía encarados por el sector privado. Busca apalancar inversiones por 12.500 millones de dólares en las diferentes etapas de la industria. La Agencia de Energía Renovable Internacional (IRENA) estimó en agosto último que para 2050 el hidrógeno representará hasta el 12% de la energía mundial utilizada e identificó a Chile, Marruecos y Namibia entre los países que podrían emerger como exportadores de hidrógeno verde. La Argentina, en cambio, no fue mencionada pese a tener climas parecidos a los chilenos en las zonas cordilleranas.

El programa, apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de Alemania y la Unión Europea, "ayudará a catalizar inversiones privadas en proyectos de producción y demanda, mitigando riesgos y disminuyendo costos", señaló un comunicado conjunto del Ministerio de Energía, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía de Chile. En Argentina, en tanto, no existe una política oficial sobre el tema, más allá de muchas rimbombantes declaraciones de políticos vacías de contenido. Hasta el momento no existe ningún proyecto privado ni público en ejecución y, ni siquiera hay aprobada una legislación marco que fije alguna posición estatal (sea cual fuere) sobre las reglas de juego para esta industria.

Según estimaciones del gobierno chileno de 2021, el 13% del hidrógeno verde del mundo podría potencialmente producirse usando energía eólica de Magallanes y la porción chilena de la Antártida, lo que suma 126 gigavatios. El país trasandino además se comprometió a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y prometió cerrar o reconvertir 21 centrales de carbón para 2040.

La iniciativa busca apoyar "el desarrollo de la demanda local para la creación de un mercado de consumo interno, además de generar las capacidades de producción nacional para convertir al país en un exportador de hidrógeno verde, dadas sus ventajas competitivas", se añadió. Según estudios citados por el Gobierno trasandino, Chile podría llegar a producir el 5% de la demanda mundial de hidrógeno verde, superando ampliamente los requerimientos del país, dadas sus condiciones favorables para la producción.

Se estima que el intercambio de hidrógeno verde podría igualar o superar en ganancias del cobre, primer producto de exportación chileno, así como alcanzar la mitad del tamaño del mercado actual del petróleo a 2050. El ministro de Economía, Nicolás Grau, aseguró en tanto que el hidrógeno verde "es una fuente de desarrollo, que va a tener un potencial muy importante exportador", a la vez que permitirá "generar trabajo de calidad", entre otros beneficios.

El fondo comenzará a operar el segundo semestre del próximo año y dispondrá inicialmente de 1.000 millones de dólares financiados a través de préstamos y aportes de organismos internacionales y la Unión Europea (UE), más recursos adicionales de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) de Chile. En el primer caso, 400 millones corresponderán a un préstamo recientemente aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras que otros 150 millones de dólares provienen de un préstamo del Banco Mundial. A su vez, se cuenta con otros 00 millones entregados por el Banco de Desarrollo de Alemania (KfW) y otros 109,67 millones de dólares llegarán desde el Banco Europeo de Inversiones (BEI). A ello se suman 250 millones que aporta Corfo, así como 16,45 millones del fondo de inversión para América Latina de la Unión Europea y 830.000 dólares de asistencia técnica de la UE para apoyar la implementación. De acuerdo con Corfo, el dinero se utilizará para financiar proyectos internacionales para la producción de hidrógeno en territorio nacional, así como apoyar a proveedores de la transformación energética de sectores tradicionales como la minería o la agroindustria